Bershka ha viajado al futuro antes que todos nosotros, subiéndose al carro de la digitalización de sus tiendas. La pionera ha sido la de Cremona en Italia, que se ha convertido en todo un ejemplo de tecnología avanzada al servicio de la industria. Entrar en Bershka será, muy pronto, como colarse en el interior del mismísimo Instagram. Adiós colas, adiós cargar la ropa y adiós esperar en el probador: así compraremos muy pronto todos.
El establecimiento italiano ha sido el primero, para darnos un ejemplo de lo que planea hacer la marca millennial para mejorar el proceso de compra. La tienda mantiene su estética Stage común a todos los puntos de venta de Bershka. Pero incluye una concepción mucha más techie, a medio camino entre el e-commerce y la experiencia offline. Probadores que se preparan de forma personal y espejos que responden todas nuestras dudas son las estrellas de este cambio de look.
En la tienda de Cremona se podrá seguir comprando a la vieja usanza, para los que sientan pavor por los cambios. Pero también se podrá vivir lo que ellos han llamado la "Bershka Experience". Ésta es una nueva experiencia de compra más moderna que funciona gracias al sistema RFID, un concepto desconocido que ya jamás olvidaremos.
¿Cómo funciona el sistema RFID?
Cada una de las prendas expuestas en la tienda vendrá etiquetada con el sistema RDIF, un identificador por radio frecuencia que reconoce cada producto de forma individual. De esta forma, los responsables pueden controlar el stock real en la tienda, así como su ubicación. Una especie de radar fashion que hará maravillas en época de rebajas, cuando los montones de ropa se acumulen y sea un fastidio tener que meterse a buscar una talla.
Con este nuevo sistema, los clientes podrán ir incluyendo las prendas en la app de forma virtual, sin tener que portar todo el shopping encima. Una vez hayan terminado, podrán elegir entre probárselo o pagarlo directamente. Simplemente tendrán que indicar su preferencia y un empleado se encargará de preparar la solicitud y dejársela en caja o en un vestidor asignado. Cuando esté lista se avisará al comprador, que mientras puede darse un paseo, tomar un café o seguir viendo ropa.
¡Lo habéis entendido bien! Se acabaron las colas, las esperas y las búsquedas de prendas por toda la tienda. Pero eso no es todo. Inditex mantiene su propósito de probadores inteligentes, que incluyen iPads para solicitar nuevas tallas o artículos sin tener que movernos del cambiador. Además, los espejos son interactivos y reconocen el sistema RFID. Pasa una prenda por delante, te responderán ofreciéndote ideas de looks para combinarla.
Inditex está abriendo el camino a las tiendas futuristas, que parecen ciencia ficción. Todo ello sigue los criterios de ecoeficiencia del grupo Inditex en cuanto a iluminación, origen de los materiales, reciclaje y gestión de residuos.
Fotos | Bershka.
