Yasmeen Mjalli tiene solo 22 años pero es la diseñadora palestino-estadounidense detrás de BabyFist, una línea de ropa hecha en Palestina que tiene el objetivo de iniciar una conversación sobre los derechos de la mujer para detener el acoso.
"Not your Habibti" (no tu querida) es el lema con el que personaliza sus prendas y que, a la vez, funciona de mensaje feminista y como referencia a sus raíces árabes.
Mjalli empezó el proyecto mientras estudiaba Historia del Arte en la universidad de Carolina del Norte. Sin embargo, no fue hasta que una foto de una de sus chaquetas publicada por del Día de la Mujer se viralizó, que se planteó crear su propio negocio.
El paso definitivo para materializar BabyFist lo dio como respuesta a las situaciones violentas a las que ella misma se enfrentó al llegar a Cisjordania tras haber crecido en Estados Unidos en el seno de una familia palestina.
Además de recibir comentarios y malas miradas, Yasmeen llegó a ser agredida en la calle.
BabyFist nació finalmente en agosto de 2017 y, desde entonces, ha abierto una tienda en Ramala, en la Cisjordania ocupada. Aunque, más que una simple marca, para Yasmeen se trata de un movimiento social.
Todos sus productos están fabricados en Palestina, lo que supone una reivindicación con problemas para la marca debido al bloqueo por parte de Israel y que hace que las prendas, a veces, sean retenidas durante semanas.
Además, Mjalli destina el 10% de los beneficios a una asociación que ayuda a las mujeres en diferentes aspectos. Uno de ellos es enviando voluntarios a escuelas palestinas para educar sobre un tabú en la cultura del país como es la menstruación.
A pesar de ayudar también a los fabricantes locales con su marca, en su lucha se ha encontrado con numerosos detractores. Empezando por sus propios padres, a los que no les gusta la idea y no la han apoyado.
Otros activistas también le han echado en cara que la verdadera prioridad de Palestina es la ocupación de Israel, Mientras que los conservadores han calificado como "provocativos" los mensajes de su ropa.
Por ello organiza talleres donde ofrece a las mujeres palestinas un lugar para desahogarse con total libertad. Porque Yasmeen no es tan naíf como para pensar que sus diseños vayan a detener el acoso pero sí cree en su poder como instrumento para devolverse poder a las mujeres y hacerlas saber que no están solas.
Foto: BabyFist