Las marcas low-cost son las que menos sorprenden en el terreno de la publicidad. No les interesa, no buscan esa sorpresa "creativa" como si hacen otras firmas de mayor prestigio y dedicadas a otros targets. A marcas como Topshop les gusta mantener una línea clásica y efectista. Ellas venden ropa y no ideales.
Topshop es la firma británica de letras delgadas y finas, sin aditivos. Hay lo que se ve. Hasta tal punto de permitirse el lujo de retratar a su modelo principal, Amanda Norgaard, con un gesto improvisado y nada favorecedor en su rostro. Pero es lo que buscan. Intentar contactar con el público de a pie. El que no se puede permitir imaginar cómo quedaría un vestido de Chanel en su cuerpo o que no está dispuesto a pagar altos precios por uno de Louis Vuitton.
Luces y sombras muy comunes, claroscuros en el fondo, la mínima atención que resida sobre sus modelos, donde se une Kiki Kang, ambas más o menos conocidas pero no en la primera liga donde el público generalista logra distinguirlas con su nombre o por antiguas campañas.
Así es TopShop, informal y efectista. ¿Acaso buscamos otra cosa?
Fotos | The Fashion Spot En Trendencias | Colección Topshop Primavera-Verano 2010
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