La actriz, que recibió el premio honorífico Cecil B. DeMille anoche, lleva a rajatabla la promesa que hizo en noviembre de 2019: su ahora mítico abrigo rojo sería su última adquisión, porque no volverá a comprar ropa. Ya lo demostró en los Oscar 2020, donde lució un vestido de Elie Saab que tenía desde 2014 y ahora ha vuelto a hacer hincapié en ello. Ella no necesita ir de estreno para lucir espléndida y se toma en pie sus principios todos los días de su vida, hasta el más importante de su carrera.
Y el modelito elegido, un traje de pantalón blanco, le sentaba como un guante.
Así lo explicó en el show de Ellen DeGeneres, "tuve que revisar mi armario y encontrar algo que todavía me quedaba bien y que había usado antes, y encontré algo. Estoy lista". Fonda está profundamente comprometida con el cambio climático y esa misma noche explicaba, "gastamos demasiado dinero, compramos demasiadas cosas y luego nos deshacemos de ellas. Intentamos desarrollar nuestra identidad comprando, ¿verdad? Basta con eso. Basta con todo este consumismo".
En el mismo programa Jane habló de por qué ama su pelo desde que tiene canas y ha decidido no teñirse, "estoy tan feliz que dejé que se pusiera gris", dijo, "ya es suficiente con tanto tiempo desperdiciado, tanto dinero gastado, tantos productos químicos, he terminado con eso".
Complementó el look con unos zapatos plateados también reciclados (anteriormente los usó para los Oscar 2020, los Premios SAG 2019 y el Festival de Cine de Cannes 2018).
La actriz y activista recogió presencialmente su premio y recitó un discurso signo de ser recordado en el que daba una lección de diversidad.
Un día antes, compartía en el blog de su página web como se sentía, "emocionada y ansiosa por los Globos de Oro de mañana. Significa mucho recibir un premio por tu trabajo. Es difícil de creer. Estoy muy agradecida con la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood".
Fotos y vídeo | Gtres, @janefonda
