"No tienes que llorar con los ojos cerrados. Si los abres, verás la valentía que conlleva nadar sola en el océano".
Este es el pequeño poema que Cara Delevigne escribió ayer mientras lloraba y que ha querido compartir con el mundo junto a una foto del momento.
Además, añadió: "Solo quiero recordarle a todo el mundo la importancia de llorar. Incluso si las lágrimas no te salen de los ojos, todos tenemos que sentir en algún momento. No somos robots, no tenemos que estar bien todo el tiempo. Estoy orgullosa de mis emociones, sean buenas o malas".
La verdad es que llorar nos parece un engorro. Una se pone roja como un tomate, empiezas a moquear y a emitir ruidos raros cuando te falta el aire. Lo consideramos un acto de vulnerabilidad extrema solamente comparable a la desnudez. Tal vez, precisamente porque es una acción que rezuma humanidad lo escondemos como si fuéramos maquinaria sobre la que, si se derrama líquido, se estropea.
Parece algo reservado a la privacidad del cuarto baño o de un ascensor vacío así que cuando alguien llora en nuestra presencia, no sabemos muy bien qué hacer, qué decir o a dónde mirar. Rebuscamos en el bolso tratando de encontrar un pañuelo, huimos a la cocina en busca de un vaso de agua que ofrecer, hacemos una broma sin gracia sobre tener menos orina para expulsar luego. Sin embargo, llorar es un acto solitario solo porque nosotros lo hemos convertido en algo negativo.
Es por eso que el mensaje de Cara Delevigne cobra especial relevancia. No solo porque predica con el ejemplo para romper el estigma.
También es importante el medio a través del que lo ha hecho. Es decir, con una publicación en Instagram, la red social por excelencia del postureo y el aparentar. El lugar en el que solo mostramos nuestra cara amable y las cosas bonitas que poseemos.
Vendemos así una vida idealizada en la que hay lugar para nuestras fotos de las vacaciones en un lugar paradisíaco pero en el que no lo hay para la soledad, el dolor o la desesperación si no es con un giro Mr. Wonderful que nos sirva para demostrar que somos tan fuertes que nada puede con nosotros.
Por todo ello: Gracias, Cara.
Foto: Instagram Cara Delevigne.