Saskia de Brauw encarna a la perfección el prototipo de modelo que más demanda el mundo de la moda hoy en día. Rasgos andróginos y una belleza un tanto peculiar que cautiva a los grandes diseñadores.
Y si uno de esos diseñadores es Karl Lagerfeld ya puedes ir sacando el champán y celebrar que tu vida profesional estará asegurada de por vida. Todo un éxito para esta modelo holandesa de 30 años, una edad nada habitual para explotar en el mundo de la moda, pero que no le ha sido impedimento para abrirse hueco entre las más grandes y protagonizar campañas y portadas de primer nivel en el último año.
Aunque todo hay que reconocerlo, sus primeros coqueteos con la moda y las pasarelas datan de hace ya unos cuantos años, concretamente 15. En 1996 ingresaría en una agencia local en Amsterdam, su ciudad natal, aunque abandonaría la agencia un año más tarde para dedicarse a los estudios de arte, su principal vocación.
Una vez finalizados los estudios decidió enfocar su carrera a esa disciplina. En su página web se pueden ver parte de sus obras con las que ha estado involucrada a nivel profesional precisamente hasta el año pasado, además de haber estado trabajando en una panadería y de estar dando clases de arte para niños.
No obstante reconoce que no era una disciplina bien remunerada, de hecho en algunos de sus trabajos le adeudaban bastante dinero por lo que animada por amigos que tenía en el mundo de la moda deció probar suerte 13 años más tarde. ¿Por qué no?
Y desde luego que tuvo suerte. Sus rasgos andróginos son aun más preciados ahora que en 1996 y en apenas unas semanas ya estaría haciendo castings para desfiles de primer nivel. Su debut sería en 2010 para Matthew Williamson en Nueva York.
Riccardo Tisci quedó prendado de su androgínia y de su peculiar belleza y la quería a cualquier precio tanto para su desfile como para su campaña de Givenchy, objetivo que obviamente consiguió y a finales del 2010 tendríamos a nuestra protagonista como imagen de la firma junto a Iris Strubbeger.
Pero la fijación de Riccardo Tisci con Saskia de Brauw fue más allá, y recurrió a nuestra protagonista para el desfile masculino, algo similar a lo que ocurrió con Andrej Pejic y Gaultier, pero a la inversa.
En apenas unos meses le lloverían las campañas publicitarias, llegando asi al 2011. En este año, además de Givenchy la veríamos en campañas tan dispares como Dsquared2, Versace (imagen superior) o Moncler, donde Steven Meisel quedó también prendado de su particular belleza.
Y por supuesto las primeras portadas, destacando esta que veis en la imagen superior. No es una portada cualquiera, se trata de la última portada de Carine Roitfeld como directora de Vogue París, que no dudó en elegir a nuestra protagonista de hoy para ilustrar su último número.
Y en el mismo mes también como portada de Vogue Italia, fotografiada por Steven Meisel. Y es que repetir portadas en dos publicaciones como Vogue Paris y Vogue Italia en el mismo mes está al alcance de muy pocas.
Pero portadas aparte, lo que más llama la atención de su fulgurante trayectoria en los últimos meses es su coqueteo con la firma Chanel y con Karl Lagerfeld en particular lo que le está reportando enormes beneficios profesionales en los últimos meses, ya que la hemos visto cerrando el desfile de Chanel Resort, protagonizando el lookbook de la misma colección y abriendo y cerrando el último desfile de Alta Costura de la firma parisina.
Muchos son los rumores que afirman que podemos estar ya ante la nueva sustituta de la mismísima Freja Beha para las campañas de Chanel, aunque de momento son palabras mayores, algo debe tener el agua cuando la bendicen.
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