No podemos hablar de empoderamiento femenino en la ciencia española sin mencionar a Guadalupe Sabio. Ella es una de las mujeres más relevantes en nuestro ámbito científico, especializada en el estudio de enfermedades asociadas a la obesidad. Un ejemplo de éxito con el que hemos podido charlar sobre obesidad, conciliación laboral, azúcar, feminismo e hidratos.
Ganadora del Premio Príncipe de Girona en Ciencia y Academia y del Premio L'Oréal-UNESCO para promocionar mujeres en la ciencia, sus estudios podrían marcar un antes y un después en la cura del cáncer hepático. Estos días ha estado en Madrid, donde ha dado una charla sobre enfermedades relacionadas con la obesidad en el congreso de la SEBBM, uno de los más prestigiosos de España.
¿Consideras el movimiento body-positive y la normalización de los cuerpos con sobrepeso algo positivo?
"Hay que recordar que la obesidad es un problema de salud. Detrás de ello no solo están los hábitos alimenticios, también influye la genética y el estilo de vida ya interiorizado. Tendemos a creer que el obeso tiene plenas capacidades para cambiar su situación, a pensar que es así porque quiere estar enfermo.
La gordofobia es un horror, pero tampoco se debe establecer que el obeso debe ser obeso, porque no es bueno desde el punto de vista de la salud. El movimiento body-positive ayuda a eliminar ese estigma y no culpabilizar a la persona. A tener empatía."
Con este movimiento de aceptación ha surgido un debate que parece no tener fin: ¿es posible tener sobrepeso y estar sana?
"No hace falta tener un cuerpo de diez para estar sana y hay que recordar que estar muy delgada tampoco es saludable. Sin embargo, una persona con sobrepeso puede estar sana ahora mismo, pero tiene muchas papeletas para tener alguna enfermedad asociada a ese exceso de peso en el futuro. Lo ideal es un punto intermedio, con un buen estilo de vida y sin obsesionarnos con la comida, para bien o para mal."
Otro de los movimientos que triunfan en redes sociales es el healthy, con cada vez más mujeres apostando por marcar músculo. ¿Qué opinas de ello?
"Todos los extremos son malos, las cosas hay que tomárselas con normalidad. Por supuesto que hay que hacer ejercicio de forma regular y que los músculos estén activos, porque son parte esencial de nuestro metabolismo. Incluso está genial que si quieres marcar músculo hagas más deporte. Pero cuando se convierte en obsesión siempre va a ser malo."
En tu casa y con tres niños pequeños, ¿lleváis una dieta saludable? ¿Qué tipo de plan de comidas nos recomendarías?
"La dieta depende mucho de cada persona y cada uno debe ser consciente de sus limitaciones. Nunca recomendaría una dieta que cambie tus hábitos de vida tanto que sea imposible de mantener. Porque perderás peso, pero cuando vuelvas a la normalidad lo ganarás de rebote.
"Nunca recomendaría una dieta que cambie tus hábitos de vida."
Lo ideal es intentar reconocer qué somos capaces de mantener y, más que de dieta, hablar de hábitos alimenticios saludables. Reducir postres, comida procesada, comer más fruta y verdura, menos grasa animal. Pequeños gestos que sí podamos incorporar a nuestra vida. Eso es lo que hago yo con mis hijos, enseñarles a comer de forma saludable. Que tomen mucha verdura, fruta, mucha legumbre y eliminar bollería, zumos y refrescos azucarados."
El azúcar se ha demonizado mucho en los últimos tiempos. ¿Qué consejos nos das para consumir dulce sin dañar nuestra salud?
"Comer fruta, porque sus azúcares son complejos y mejores que los refinados para nuestra salud. Pero comer postres en una dieta sana es complicado. Además, cuanto más dulce consumimos más elevamos nuestro nivel de gusto por el sabor azucarado. Y cada vez necesitamos más azúcar para satisfacer ese gusto. Lo ideal es reducirlo al mínimo e incluso erradicarlo de nuestra dieta."
¿Es mejor lo light que lo azucarado?
"Hay que mirar mucho las etiquetas. Light significa que tiene menos que el original. Pero si el original tenía muchísimo, a lo mejor la versión light no lo es tanto como creemos. Además, los sustitutos del azúcar que utilizan los productos light dan un nivel de dulce mucho más elevado a nuestro paladar, que se acostumbra y eleva el umbral del sabor, necesitando cada vez más."
¿Hidratos sí o hidratos no?
"Los hidratos son necesarios. Alimentos como el arroz, la pasta o la patata son hidratos complejos que nuestro cuerpo necesita, la base de nuestra alimentación. ¿Qué si engordan? Sí, y se convierten en grasa. Por eso hay que intentar no pasarse en su consumo. Como ya decíamos antes, ningún extremo es bueno.
En cuanto a los dichos sobre las horas de consumir hidratos o si se debe o no ingerirlos por la noche, lo cierto es que aún no se sabe. Hay muchos estudios en marcha de cómo metabolizan estos complejos durante el día o la noche, pero aún estamos comenzando a comprender y no se sabe con seguridad."
¿Cuál es el falso mito y error sobre la alimentación que más se repite?
"Creer que los zumos son muy buenos porque tienen muchas vitaminas. Sí que las tienen, pero también mucha azúcar, incluso los naturales. Lo que no llevan es la fibra de la fruta que tanto nos aporta."
Hablemos de feminismo. Como científica en España, ¿te has encontrado con barreras o techos de cristal? ¿Has notado diferencias gracias a los avances sociales?
"Techos de cristal hay porque la sociedad tiene mucho sesgo. Basta con ir a los mítines científicos, donde siempre hay menos mujeres que hombres. Pero eso es algo de lo que solo nosotras nos damos cuenta, porque nos afecta directamente. Por eso programas de promoción como el de L'Oréal son tan importantes.
"No se puede pensar que se ha conseguido ya la equidad. Esto es como las dietas y hay efecto rebote."
La presencia minoritaria de mujeres en la ciencia es algo que se está empezando a corregir ahora. Se está apostando por la inclusión, lo cual enriquece muchísimo el campo científico. Nosotras traemos más visión hacia temas que nos afectan directamente, como enfermedades asociadas a nuestro género.
Sí que se nota que el cambio ha empezado, pero no se puede pensar que se ha conseguido ya la equidad. Esto es como las dietas y hay efecto rebote. Gran parte de la comunidad científica piensa que es un cambio a mejor, pero otros se resisten a soltar sus privilegios. Incluso nosotras mismas nos ponemos barreras debido a la forma en la que hemos sido educadas. También las mujeres tenemos que cambiar para ser más equitativas, no pisarnos y luchar por nuestros derechos."
Como madre de tres hijos, ¿cómo se gestiona la conciliación laboral en la ciencia?
"Hemos sido educadas para que lo principal sea la familia, así que el sentido de culpabilidad por no poder dividirte está siempre. La conciliación en el campo de la ciencia hay que gestionarla con la pareja. Mi carrera me exige mucho tiempo, no hay atajos fáciles. Si quieres una familia, necesitas ayuda."