Cómo lavar tu vestido favorito para que llegue como nuevo al final de temporada

Seguro que más de una vez tu abuela te ha dicho que es un despilfarro que metas tu blusa o vestido favorito en la lavadora después de un solo uso. Pero ¿realmente sabemos qué es lo adecuado en cada caso? ¿Existen estudios que abalen un determinado procedimiento? ¿Qué opinan los expertos en moda? ¿Qué hábitos tenemos en realidad? Te explicamos todo esto y te contamos cómo los últimos avances tecnológicos aplicados a los sistemas de lavado cuidan nuestra ropa.

¿Cada cuánto hay que lavar una prenda de ropa?

Es habitual que nos fijamos en si una prenda huele mal, está sudada o se ha manchado para decidir si la metemos en la lavadora; independientemente del número de veces que la hayamos llevado puesta.

Y es que, generalmente, la frecuencia con la que se debe lavar la ropa depende de cada prenda y del uso que le damos. Por ejemplo, determinadas actividades (como el deporte) nos obligan a lavar nuestra ropa después de cada uso.

Sin embargo, hay factores que no solemos tener en cuenta a la hora de decidir qué va al cesto de la ropa sucia y qué se puede usar una vez más. La BBC Britlab elaboró un estudio científico basándose en el número de bacterias que puede acumular cada tipo de prenda en función del uso que le damos y su cercanía a determinadas partes del cuerpo.

Los resultados concluyeron que prendas como la ropa interior, las prendas deportivas, las ajustadas y las camisetas deberían lavarse después de cada uso, porque están más cerca de las glándulas sudoríparas primarias del cuerpo, que desprenden células y grasa de nuestra piel.

Las toallas y los pijamas, que recogen toneladas de bacterias, se deben lavar después de tres usos. En cambio el resto de prendas de vestir, que no están en contacto con las glándulas sudoríparas, se pueden deben lavar solo cuando estén sucios o desprendan mal olor.

Es decir, como regla general es recomendable lavar con mucha frecuencia aquellas prendas que sudamos o usamos en exceso (como las prendas deportivas), y las que están cerca del área genital, los pechos o las axilas.

¿Cómo lo hacen los expertos en moda?

Para preservar nuestras prendas favoritas, los especialistas de moda suelen recomendar separar la ropa blanca, la de color, la negra y los jeans en cada lavado. También tenemos que lavar de forma independiente la ropa más delicada. Una buena idea es hacerse con alguna bolsa de malla para preservarla mientras se limpia.

Asimismo, lo más aconsejable es utilizar productos específicos para cada una de estas categorías de prendas (sobre todo para las especiales, como la lana, el cashmere y la seda) y lavar siempre con agua fría los tejidos delicados, la ropa de color y las prendas negras para evitar que se dañen las fibras o se destiñan los colores durante el lavado.

Otros trucos pasan por cumplir al pie de la letra las indicaciones de lavado de cada prenda, mandar lo menos posible las abotonadas a la tintorería para que no se desgasten los botones, y recurrir a remedios caseros, como usar desengrasante para las manchas más difíciles.

Tecnología para preservar nuestra ropa

Igual de importante que tratar adecuadamente cada tejido y usar los productos de limpieza idóneos para cada uno, es confiar nuestras prendas favoritas a las tecnologías que cuidan de que nuestra ropa no se estropee, como la de la lavadora Samsung QuickDrive™.

Al poseer un innovador tambor, que hace que la placa trasera gire de forma independiente, logra mayor movimiento de las prendas, asegurando un lavado 50 veces más rápido y corto, de forma que protege los tejidos.

Además, su doble puerta AddWash™ nos permite añadir ropa aunque haya comenzado el ciclo de lavado. Así podemos incorporar nuestras prendas delicadas o lavadas a mano para que solo reciban un aclarado.

Asimismo, gracias a sus cuatro sensores inteligentes detecta la cantidad de colada y su nivel de suciedad, ajustando automáticamente la duración del ciclo. Mientras, con el auto dosificador se ajusta la cantidad de detergente y suavizante adecuado para cada colada. De esta forma los tejidos se exponen a una cantidad mucho menor de productos químicos y se preservan mejor durante más tiempo. Por otro lado, su tecnología EcoBubble™ mezcla agua, detergente y aire creando burbujas que penetran de forma más eficaz en los tejidos consiguiendo excelentes resultados en agua fría.

Así que, siguiendo las recomendaciones específicas de las etiquetas, utilizando los productos específicos para tejido y confiando en las tecnologías que cuidan nuestra colada, no debemos preocuparnos por la frecuencia con la que lavamos nuestra ropa, porque su limpieza no producirá daño alguno en ella.