El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, durante su visita a Cuba nos está proporcionando un montón de estupendas imágenes para el recuerdo, empezando por la de su esperada - y pasada por agua - llegada al Aeropuerto Internacional de La Habana en la que pudimos entrever a Michelle Obama luciendo un precioso y primaveral vestido de Carolina Herrera medio oculto por los paraguas y a sus hijas que han crecido mucho y están convirtiéndose en tan estilosas como su madre.
Pero la imagen de esta visita nos la ha proporcionado sin duda Barack Obama cuando tras acudir al Gran Teatro de la Habana para dirigir unas palabras al pueblo cubano se detuvo para poder saludar a la gran bailarina de ballet clásico Alicia Alonso quien, sin duda alguna, vivió uno de los momentos más emocionantes de su vida.
Por si hay algún despistado en la sala comentar que Alicia nació en La Habana, hija de padres españoles, y fue la la primera representante americana (se casó con un americano) en bailar con el Bolshoi y el Kirov en los teatros de Moscú y San Petersburgo. En el 2002 Alicia fue nombrada embajadora de la República de Cuba por el Ministerio de Relaciones Exteriores y recibió el título de embajadora de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Aunque si me dieran a elegir entre todas las instantáneas captadas por los paparazzi desplazados hasta la isla, para poder cubrir esta importante visita que, sin duda, marcará un antes y después en las relaciones entre estos dos países, sería sin duda la imagen del presidente de Estados Unidos dirigiendo unas palabras al pueblo cubano delante de las banderas de Cuba y de Estados Unidos. Una imagen para el recuerdo.
Hasta hace relativamente poco tiempo, la visita del presidente de los Estados Unidos a la isla de Cuba era poco menos que una quimera, pero como dice el refrán lo que no pasa en un año pasa en un día.
Como colofón final para esta visita de tres días a Cuba, Raúl Castro ofreció al presidente y a la First Lady una cena en el Palacio de la Revolución de La Habana. Para no complicar las cosas, en el code dress se especificó que sería un cóctel informal.
Para la ocasión, Michelle Obama volvió a confiar en el diseñador Naeem Khan quien mandó varias propuestas a la mujer del presidente para que tuviera donde poder elegir. El vestido de la señora Obama seleccionado para la cena cubana, confeccionado en un tejido de cachemire bordado con un motivo floral hindú, pertenece a la colección Pre-Fall del diseñador y nos ha parecido extremadamente adecuado para la ocasión.
Fotos | Cordon Press
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