Acostumbrados a los cuentos de hadas, a los vestidos de princesas y sus Valentino, sorprende el vestido de novia de Beth Ditto, más aún el traje que escogió su novia Kristin Ogata. Sorprende por poco habitual ante tanto tópico mal llevado. Una novia y un vestido así pedían un diseñador acorde (nada de Vera Wang). Jean Paul Gaultier era el hombre de la ceremonia.
La pareja se casó el otro día en Hawái. Una boda al completo de blanco, invitados incluidos. Una boda que rompía lo establecido en el protocolo. Nada de largo. Todo ello en corto y hasta sin zapatos por parte de Beth Ditto.
Pocas veces he visto tan guapa a la cantante como con este vestido de Jean Paul Gaultier (el propio diseñador compartió la foto y felicitó a la pareja por su Twitter). No hablamos de ninguna modelo de dos metros y dietas de locura, sino de una persona natural. Un vestido corto, hasta la rodilla. Con una generosa falda con gran vuelo y escote corazón. Igual que su pareja, Kristin Ogata cortando el largo de su traje y optando por unas bermudas por lo habitual evitadas entre cierto público femenino.
Una boda que sí pareció su boda y no la de ningún cuento de anuncio de televisión.
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