Color, color y más color. Así es la colección de Tommy Hilfiger Primavera-Verano 2012, inspirada en la fusión del estilo preppy y el pop art. Una muestra muy moderna en la que se puede observar un claro giro a las siluetas clásicas a través de llamativos colores. Mezclas muy llamativas que rinden un homenaje a la década de los 60'.
Durante todo el desfile queda clara una cierta tendencia masculina a través de cuadros y rayas, reinterpretadas desde el punto de vista de la mujer, desde vestidos camiseros a monos de manga larga.
La paleta de colores, al más puro estilo Warhol, se combina con pantalones kaki clásicos y prendas de sastrería denim, dando lugar a looks, otra vez, de color block. La tendencia continúa el verano que viene, así que guarda las prendas que te hayas comprado esta temporada estival, ya que las podrás lucir el Verano que viene.
En prendas de abrigo destacan anoraks tallados en nylon, clásicas chaquetas sastre en colores empolvados y sudaderas de algodón con capucha oversize de rayas marineras, éstas últimas, muy poco femeninas en mi opinión. Los vestidos vienen en diferentes anchos y brillos, apuestas que tampoco me gustan. Se alejan en exceso de los patrones de la firma.
Para las salidas nocturnas destaca el estilo fácil y distendido de la ropa de día en monos y ponchos, combinados con originales complementos: bolsos geométricos y estructurados, cinturones finos y mocasines con tacón de madera.
En definitiva, una interpretación technicolor de los clásicos que han hecho célebre a Tommy Hilfiger.
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