Victoria Beckham diseña para mujeres, concretamente para mujeres todoterreno muy sofisticadas y chic. Eso es algo que nos queda claro con cada una de sus colecciones, en las que pone su nota personal con ese minimalismo sobrio y masculino que jamás cae en el puritanismo. Sus diseños son, desde el principio, modernos y de tendencia. Y así siguen hoy, diez años después de su comienzo en la moda, en su desfile Otoño/Invierno 2018 con el que se despide de Nueva York.
No falla. Podemos ver en cada una de las propuestas de Victoria Beckham su estilo propio. Siempre con colecciones muy cuidadas y pensadas en las que la diseñadora apuesta más por las líneas puras que por el color. Tejidos ricos como el cashmere, la seda o la lana hacen su aparición en formato muy sencillo, consiguiendo brillar gracias a la capacidad de la celebrity para superponer capas de ropa y conseguir volúmenes y formas muy inspiradoras.
En este caso lo ha vuelto a conseguir para celebrar su último año en Nueva York, porque la firma se traslada a London Fashion Week a partir de septiembre. Esto lo hace para celebrar sus raíces británicas, pero también por razones de negocio: su mercado más amplio está en Reino Unido. "Quiero celebrar mi décimo aniversario de firma en casa" dice Victoria Beckham.
Sobre la pasarela de Victoria Beckham Otoño/Invierno 2018 hemos podido ver sudaderas de cashmere, vestidos esculturales con cremalleras de lana y fieltro, pantalones de traje oversize y tejidos de seda estampados con animal print. Con ello, la firma se lanza por fin a por el leopardo, un estampado muy femenino que aún no había probado suerte en la marca inglesa. Las grandes estrellas de la colección son esos abrigos XL de corte sartorial con cinturón, que ponen de manifiesto la inspiración británica de la diseñadora.
Los colores mantienen las líneas de temporadas anteriores, con tonos neutros como el gris o el negro. Sin embargo, la firma ha introducido algunos más novedosos y ricos, como el azul zafiro o el verde intenso, que se entremezclan y combinan creando estilismos muy atractivos. Tampoco los complementos pasan desapercibidos, con esos zapatos planos de puntera cuadrada que auguran el final de los taconazos y los ponty shoes para la diseñadora. Por no olvidarnos del gran bombazo de la colección: un bolso tote gigante de lana en el que cabe la mismísima diseñadora.
Con su colección refleja un equilibrio perfecto entre ser una mujer ocupada y todoterreno que necesita prendas key versátiles en su armario pero que a la vez quiere sentirse sofisticada, chic y con mucho estilo. Es el nicho de mercado que mejor maneja la ex-Spice Girl, un balance perfecto entre sus orígenes británicos y su trayectoria en Nueva York.
Fotos | The Impression, Gtres, @victoriabeckham.
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