Llevábamos tiempo esperando este estreno. La comedia de Blanca Suárez, Amaia Salamanca, Macarena García y Belén Cuesta que ya se pudo ver en el Festival de Cine de Málaga, es en realidad un relato familiar de cuatro hermanas nacidas del poliamor. Un reparto de diez para una comedia made in Spain de Netflix, que puede ser tu plan perfecto de fin de semana.
La madre: una brillante Marisa Paredes
Sofía, claudia, Sara y Lucía son las cuatro hermanas que protagonizan esta comedia de Netflix. Todo comienza cuando su madre, interpretada por la gran Marisa Paredes, fallece. No solo la pérdida, sino el reencuentro de las cuatro, será el hilo conductor de una película en la que las diferencias entre las hermanas serán motivo tanto de lágrimas como de risas.
Las hermanas apenas tienen relación, están cada vez más lejos, se sienten más diferentes y no comparten absolutamente nada en común, solo sus padres. Pero ¿qué ocurre si un secreto rompe también eso? La revelación de Carmen tras su funeral, es mucho más que eso: “vuestro padre no es realidad vuestro padre”.
Esta confesión post mortem es también el intento de una madre por conseguir que sus hijas vuelvan a unirse, aunque sea por la posible herencia que recibirán cuando descubran la verdad, pero también es un reflejo de una mujer libre, que vivió su sexualidad de forma plena, compartiendo su amor con diferentes personas que aceptaban una relación poliamorosa.
Las hermanas: protagonistas indiscutibles
Sofía (Amaia Salamanca), es una artista que ama la libertad, se aleja del compromiso y vive su vida sin pensar en el qué dirán o en cómo puede afectar sus actos a otras personas. Claudia (Belén Cuesta), es la más cauta, discreta y cercana a sus padres, pero eso no significa que no guarde secretos.
Lucía (Macarena García), es la más pequeña. Siempre ha sentido que no forma parte de la familia y su carácter rebelde contrasta por ejemplo con el de Sara (Blanca Suárez), una mujer capaz de sacrificar el amor y la familia para perseguir un sueño en EEUU.
En el caso de las hermanas es evidente quién lleva la voz cantante de la comedia, y quién es especialista en ponerse intensita. Belén Cuesta es la reina en esto de hacernos reír, aunque le sigue muy de cerca Amaia Salamanca, que ya nos sorprendió con una brillante vis cómica en la última que se estrenó en los cines, su trabajo con Leticia Dolera y Javier Rey, ¿Qué te juegas?
Por su parte, el lado intenso corre de parte de la protagonista de Las chicas del cable, Blanca Suárez, que sabe elevar el punto dramático de la película aunque en ocasiones nos parezca algo intensa, naturalidad que en los momentos de tragedia no pierde Macarena García.
El padre: Juan Diego, el mejor del reparto
Juan Diego es de esos actores que consigue reflejar la tragedia desde el humor y que consigue que desde el humor veamos el dramatismo en el estado más puro. Un padre que siempre ha guardado un secreto, que ha vivido sabiendo que sus hijas no eran en realidad suyas y que ha “compartido” el amor de su mujer con otros. Sin duda, el actor de No sé decir adiós, interpreta la mejor actuación de toda la película.
Los amantes: desde Tito Valverde a Carlos Bardem
Carmen, la madre de las cuatro protagonistas, ha amado y vivido su libertad como mujer bajo un secreto que se llevó a la tumba. Sus hijas desconocían sus relaciones extramaritales (y consentidas dentro del matrimonio), que le acompañaron durante toda su vida. El desfile de amantes que descubrimos a lo largo de la película, y que nos deja actorazos como Tito Valverde, Emilio Gutiérrez Caba o Carlos Bardem, es maravilloso.
No es la película del año, ni la comedia más tronchante de la historia, pero te hará reír y llorar y es, sin duda, un planazo para el fin de semana si te quedas en casa. Con puntos de humor, esta comedia de enredo es fácil y entretenida, y las cuatro protagonistas y sus escenas juntas son motivo más que suficiente para pasar un buen rato con la nueva película española de Netflix.