Famosos de la talla de Jennifer Connelly, Jaden Smith o Michelle Williams. El escenario era el maravilloso Louvre de París y el director Nicolas Ghesquière. No, no se trata de una película de culto digna de los Oscar, si no del desfile de Louis Vuitton Otoño/Invierno 2017. Las modelos han desfilado entre estatuas de mármol por pasarelas de diferentes niveles, con una colección que es una auténtica obra de arte y está donde se merece, en uno de los mejores museos del mundo.
El emplazamiento escogido merece ya de por sí un artículo completo, pero también la colección. El diseñador se ha atrevido con vestidos de corte al bies en satén, que sacaban el lado más delicado y femenino de la mujer Louis Vuitton flotando libres entre las columnas del museo.
Además de estos vestidos tan vibrantes y apetecibles, Ghesquière se ha mantenido fiel a la tendencia lencera, aunque no con las prendas típicas. Mezcla de estampados, estilismos muy chic y decadentes en encaje y con estolas de piel.
En el polo opuesto de esta delicadeza tan femenina y dulce encontramos prendas mucho más atrevidas, realizadas en materiales como látex, plástico o pelo que demuestran el afán de la firma por continuar experimentando con las nuevas tendencias y novedades.
Terminamos con el puntito gamberro y rebelde, que para ello hablamos de Louis Vuitton. Esta colección viene marcada por las bikers de cuero en su versión más motera y metal. Embellecimientos y flecos metálicos, cadenas en accesorios, zapatos y prendas y muchísima actitud.
Fotos | The Impression.
En Trendencias | Chanel lanza un cohete en mitad de su desfile para alcanzar el cielo, pero de la moda.