Saint Laurent Primavera-Verano 2014

Después de lo visto en la actual colección Otoño-Invierno 2013/2014 Saint Laurent ha pasado de sorprender en el horror a convertirse en un referente comercial cuya táctica pese a ser peliaguda y controvertida acaba con Hedi Slimane convertido en el nombre que todos decimos y en sus colecciones en las más clonadas por el low cost masivo. ¿Después esto se traducirá en ventas? ¿Hablamos del mismo público? Cuestiones muy controvertidas que en la próxima Primavera-Verano 2014 van a seguir teniendo continuidad.

A Hedi Slimane ya hay que considerarle un buen humorista subido sobre una pasarela. El club de la comedia parisino abre sus puertas para seguir profesando un homenaje al gran Yves Saint Laurent de la forma más cruel. No contento con transformar la marca sin hacerla reconocible a la clase del pasado, Slimane busca hacer un guiño a los referentes de las tres siglas que vivieron la época dorada de los diseñadores. Todo ello con un casting de modelos cuya belleza definen Lili Sumner o Laura O'Grady. Echando de menos a su querida Cara Delevingne pero abriendo con el nombre de moda: Edie Campbell.

El esmoquin, o como el propio Yves Saint Laurent denominó Le Smoking, ahora llega reformulado en esto. No sé ni qué palabras se pueden utilizar para definirlo. Hedi Slimane tiene que ser un cachondo en la intimidad. Se hace con el control de una firma así, la transforma buscando su lado más joven (como si los jóvenes tuviésemos tan mal gusto), y luego la baja a tierra visualmente al mismo tiempo que mantiene los tres ceros en el presupuesto de las facturas para que sus clientes vistan de calle pero no dejen de creer en la exclusividad de ser de los pocos que pueden permitirse pagar 20.000 euros por una cazadora de cuero como estas. Solo un cachondo puede imaginar esto.

Cuero, transparencias, los calcetines de Michael Jackson transformados en dorado, los vestidos que podría sacar Balmain (atentado en el brillo), estampado geométrico junto a mínimos guiños al animal. La actitud choni reverenciada junto a un esmoquin festivo. Escotes imposibles, princesas de barrios exclusivos vestidos como los más populares a las 5 de la mañana de una terrible noche de fiesta.

Si Raf Simons y Hedi Slimane siguen buscando la democratización de la moda y lograr unas propuestas que sean terrenales esto tiene que ser el máximo exponente. Esperemos que después comience lo bueno porque a peor me cuesta imaginármelo.