La semana pasada os hablábamos de planazos para hacer con amigas este otoño, y una de las ideas que proponíamos era organizar una swap party. Vamos, una forma estupenda de renovar armario, intercambiándonos con nuestras BFF esas prendas de las que ya nos hemos aburrido (o que no hemos llegado a estrenar). Y con fiesta de por medio. No vemos mucha posibilidad de fracaso con el plan, pero vamos a daros unos tips para asegurarnos de que sea un éxito rotundo.
Acertar con la lista de invitados
A nuestras amigas las queremos mucho, sin importarnos para nada si tienen mucho estilo vistiendo o no. Pero vamos a ser prácticas con la lista de invitadas a la swap party. ¿Sabéis esa amiga que no os cae muy bien, pero que es una compradora compulsiva y seguro que tiene maravillas sin estrenar en el armario? Es el momento de estrechar lazos. Lo ideal (aunque dependerá un poco del tamaño de nuestra casa) son unas 10-15 personas.
La edad no importa, lo que importa es el estilo
No tenemos por qué restringir la lista de invitadas a un puñado de amigas de nuestra edad. ¿O es que nunca habéis encontrado un bolso maravilloso en el armario de vuestra abuela? ¿Y qué me decís de esa prima adolescente que tiene un estilazo, pero ni un euro para renovar armario? ¡Esa tiene que ir directa a la lista!
El drama de las tallas
Si no queremos que unas disfruten de la fiesta más que otras, debemos asegurarnos de que todas las invitadas tengan algo de su talla que intercambiarse. Busquemos personas que encajen con otras, que nadie se quede descolgada por su talla. Y, si no lo vemos claro, hagamos un anexo de zapatos o complementos, que siempre será más fácil acertar.
Haz unas bonitas invitaciones
Con un poco de PhotoShop y un mucho de imaginación, podemos conseguir unas invitaciones ideales. Si las enviamos por email, Whatsapp o redes sociales, además, no nos gastaremos un euro en el asunto.
Establece las normas
No es que tengas que actuar como organizadora-dictadora, pero, si no establecemos unas normas previas a la fiesta, reinará el caos. Estableced el número de prendas que llevará cada una, el estado en el que deben estar, qué prendas no se aceptan (ropa interior, bañadores), etc. Lo ideal sería entre 5 y 10 prendas y/o complementos por invitada.
Decide el menú
Es una fiesta, así que... ¡no hay límites! Podemos hacerla temática, incluso en relación con las prendas que elijamos. Por ejemplo, si hacemos un especial de ropa de verano, podemos organizar una barra de mojitos. Y, si no, el vino y los canapés siempre son apuesta segura. Aseguraos de dejar bien claro desde el principio quién se encarga de qué: si cada una trae algo, si se encarga todo y se reparten gastos, si la organizadora corre con todo, etc.
Asegúrate de que hay un probador disponible
No todo el mundo tiene el mismo concepto de privacidad, así que, seguro, alguna invitada querrá toda la intimidad posible para probarse la ropa. Y, salvo que la casa sea enorme, el lío de utilizar para eso el baño mientras un montón de personas pululan por allí... no parece buena idea. Habilita un rincón de una habitación, dale intimidad de alguna manera y asegúrate de que haya un espejo de cuerpo entero a mano.
Usa toda tu imaginación para convertir tu casa en una tienda de lujo
Sería perfecto contar con algún burro en el que se pudieran colgar las prendas, pero, si no lo tienes, al menos asegúrate de tener alguna superficie plana (una mesa libre, por ejemplo) para las prendas dobladas; y una cama donde dejar las prendas estiradas.
Innovación también para el reparto
Imaginaos que dos invitadas se encaprichan del mismo vestido y la fiesta deriva en peleas y destrucción de material urbano (o doméstico). No, no, no. Hay que establecer las normas de inicio. Una buena idea es hacer un sorteo o un juego para dar prioridad de elección, o que quien no tenga todavía nada en su haber tenga preferencia sobre quienes ya se han hecho con algo. Lo más importante: que todo sea consensuado y reine el buen rollo.
No te olvides de los pequeños detalles
Fundamental tener a mano bolsas de sobra para que todas las invitadas puedan llevarse sus adquisiciones. También sería buena idea tener a mano un set de costura por si alguien necesita marcar algún pequeño retoque en las prendas.
Donad lo que sobre a alguna asociación solidaria
Las prendas que queden definitivamente descartadas y nadie quiera deberían ir a un buen fin. Recopiladla toda en cajas o bolsas y elegid una asociación que recoja prendas para los necesitados. Aseguraos de entregarla lavada y en buen estado.
¡Innova!
Las swap party ofrecen tantas posibilidades como imaginación tenga quien la organiza. Ya os hablábamos de fiestas centradas en zapatos y complementos, pero podemos llevarlo más allá: para los grupos en los que haya varias madres, se puede hacer una swap para la ropa de los niños; o ampliar a libros, vinilos o... ¡lo que queramos!
Imágenes | Pixabay, Unsplash, Giphy.
En Trendencias | 19 planazos con amigas para este otoño
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