Quítele la blusa a la abuela

Soy muy fan de las blusas de abuela, en especial cuando las veo cómo han ganado terreno en eventos como el Sónar o los sitios más modernos de la ciudad. Muy fan. Claro que de niño se las veía a mi abuela y las asociaba a otra cosa. Ahora las veo en las señoras mayores y pienso que podrían ser las nuevas it-girls, pena que no sea cazatalentos, les haría una oferta.

Es ver a Miranda Kerr y pensar de nuevo en esas blusas que son bonitas de ver pero difícil de elegir en una tienda. ¿Cuántas os habéis decantado por una prenda así frente a un básico, un estampado sencillo o algo más comedido? El porcentaje es reducido. Normal. De primeras tira para atrás.

Lo bueno viene en el riesgo. Una prenda así alegra un conjunto cualquiera, aporta un detalle distinto y que llama la atención. Este pro sirve de contra puesto que una prenda así al tercer día de uso todo el mundo puede pensar que siempre vas con la misma.

En el caso de Miranda Kerr no hay exceso de flores puesto que se decide combinar la blusa de la abuela con unos shorts de talle alto muy propios del pijama en los que cambia de tonalidad con la prenda superior pero mantiene el estilo.

Lo importante de estas blusas es lucirlas con convicción y transmitir clase. Cierto que nuestras abuelas pueden tenerlas y pueden lucirlas igual de bien, pero al menos la mía no se atreve a anudarse dicha prenda por la parte superior como Eva Mendes con la intención de apuntarse a la moda del ombligo. Un detalle de estilo que cambia la prenda y cómo se luce. Pasa de ser abuela a ser joven.

En Urban Outfitters encontraremos distintos modelos muy adecuados a esta fina línea de modernidad y abuelismo que vivimos hoy. Una blusa sin mangas y con el ombligo al aíre de Sparkle & Fade por 20 euros y una hawaiana de Pins & Needles por 19 euros.