Solo quien sufre o ha sufrido un problema de ansiedad sabe cuánto puede este trastorno condicionar la vida de quien convive con ella. Desde el punto de vista médico, se define la ansiedad como la respuesta lógica y necesaria para enfrentarnos a determinados acontecimientos diarios. El problema surge cuando esa respuesta a alertas es constante y toma el mando de nuestras vidas.
¿Qué diferencias hay entre ansiedad y depresión?
Existen manifestaciones de la ansiedad muy diferentes: fobias, trastornos obsesivo-compulsivos, ataques de pánico, estrés postraumático... La ansiedad puede convertir en un infierno la vida de quien la padece, y ese es precisamente el motivo por el cual es fácil llegar a la depresión.
Ansiedad y depresión son dos procesos diferentes, aunque íntimamente relacionados. Ambas pueden aparecer como trastornos distintos, como algo mixto (trastorno mixto ansioso-depresivo) o puede haber una relación causa-efecto.
¿Puedo tener depresión y no saberlo? ¿O confundirla con ansiedad?
«La depresión son culpas del pasado, mientras que la ansiedad son miedos del futuro». Ricardo Ros, psicólogo.
El psicólogo Ricardo Ros, autor del libro ¡Stop a la ansiedad!, considera que la ansiedad y la depresión son enfermedades completamente diferentes. Pueden confluir, pero, en su caso, no considera que guarden relación. Lo compara con un paciente que sufra gripe y un dolor de muelas. Pueden darse al mismo tiempo, pero sin que una sea causa ni consecuencia de la otra.
Carlota Lorenzo, psicóloga, considera que tener depresión y no saberlo es bastante difícil. Lo que sí pueden existir son episodios depresivos cortos (lo que solemos llamar "bajones") y que no tienen una causa aparente ni llegamos a comprender bien cuándo nos ocurren. La depresión tampoco es una enfermedad fácil de confundir con la ansiedad, ya que cursan con síntomas opuestos. En la depresión, el cuerpo tiende a relajarse demasiado (en el mal sentido, claro): no hay ganas de comer, ni de salir ni de hacer nada. La ansiedad, por el contrario, nos provoca una activación desmesurada, agitación... algo muy diferente que hace complicado confundir los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas comunes a ansiedad y depresión?
El libro Higiene y prevención de la ansiedad, escrito en colaboración por diferentes psicólogos y psiquiatras, arroja algo de luz sobre esta cuestión:
La ansiedad es una sensación de amenaza. La depresión, de pérdida. Es muy habitual que ambos sentimientos se produzcan a la vez.
Centrar la atención en uno mismo (autofocalización).
Dificultad para concentrarse, insomnio, vértigo e incluso náuseas.
Pérdida de habilidades sociales, de capacidad de resolución de problemas, pensamiento desadaptativo y estrés.
Existen síntomas extrínsecos, como la reclusión en casa, que en los trastornos de ansiedad se debe a una agorafobia por trastorno de pánico, mientras que en la depresión su causa es la tristeza y la falta de motivación.
¿Cómo evitar que la ansiedad derive en depresión?
Cuando en un paciente aparecen de forma simultánea síntomas de ansiedad y depresivos, es clave establecer cuál es el trastorno primario y cuál el secundario. Lógicamente, se debe comenzar a tratar el primario.
Todos los especialistas coinciden en que la manera de evitar que la ansiedad se convierta en depresión es tratar ese trastorno. Es casi una obviedad. Ni siquiera deberíamos esperar a que la depresión amenazara con aparecer para tratar de eliminar la ansiedad de nuestro día a día. La consulta con un especialista, psicólogo o psiquiatra, será el primer paso que podamos dar para deshacernos de la ansiedad y ganar en calidad de vida.
Fotos | Pixabay.
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