Carl Jung describió la extroversión y la introversión en su teoría de la personalidad y la dimensión de introversión-extraversión se definió también en la escala de personalidad de Myers-Briggs (MBTI). Pero a menudo, tendemos a confundir la introversión con la timidez y usamos ambos términos como si fueran sinónimos cuando en realidad albergan importantes diferencias. Aunque ambos evitan las interacciones sociales, lo hacen por diferentes motivos.
Según el psicólogo clínico Manuel Escudero, “la timidez es un rasgo de personalidad que afecta a las relaciones personales y quienes lo experimentan tienen un comportamiento que limita su desarrollo social en la vida cotidiana.” Pueden tener miedo o sentir vergüenza cuando interactúan con otros. En cambio, alguien introvertido (una de las cinco dimensiones que definen a todas las personalidades) tiene tendencia a preferir la soledad o las actividades individuales por encima de la conexión social, pero no porque esas relaciones les generen ansiedad, sino simplemente porque prefieren no tenerlas.
Puede que seas introvertida y lleves toda la vida pensando que eres tímida porque siempre eres la primera en irte de las fiestas. Si tienes dudas sobre si eres una persona tímida o simplemente introvertida, vamos a despejarlas todas y a explicarte 11 rasgos o señales de las personas introvertidas según la psicología.
Disfrutas de la soledad
No te asusta la soledad, te gusta. De hecho la necesitas para recargar pilas. Alguien introvertido disfruta de un ambiente social, pero en ocasiones tiene la sensación de agotarse si pasa mucho tiempo con otras personas. Aunque esta investigación no encontró evidencia de que los introvertidos disfrutaran la soledad más que los extrovertidos, lo cierto es que los introvertidos responden a las recompensas de una manera diferente según Colin DeYoung, profesor de psicología de la Universidad de Minnesota. Como explica en su estudio, los extrovertidos reciben más dopamina que los introvertidos en esas socializaciones.
“Los introvertidos se agotan al socializar, pero eso es en parte porque el esfuerzo que requiere por parte de ellos no vale la pena porque la recompensa de socializar parece menor para ellos. Los extrovertidos también se agotan al socializar, pero están más motivados a formar parte de la socialización y probablemente les lleve más tiempo empezar a sentirse agotados por socializar. Todo lo que signifique un gasto de energía eventualmente provocará un agotamiento”, afirma el psicólogo.
Prefieres conversaciones profundas
Si eres introvertida, es más que probable que en una charla no hables de trivialidades, sino más bien de ideas y conceptos. No te faltan habilidades sociales, es que prefieres las conversaciones profundas. Hablar del tiempo o de series de televisión no te resulta suficiente, en cambio hablar del sentido de la vida o de la inmensidad del universo, sí te llena más. Puedes tener las llamadas small talk, y puede que seas una gran conversadora, pero siempre intentarás que tu charla se convierta en algo más.
Valoras tu espacio personal
Susan Cain decía en su charla TED El poder de los introvertidos, que "la introversión tiene que ver con la respuesta al estímulo, incluido el estímulo social. Mientras que a los extrovertidos les encanta la estimulación, los introvertidos se sienten más vivos, más despiertos y más capaces cuando están en ambientes más tranquilos y discretos". Por eso como introvertida valoras tanto tu espacio personal donde puedes estar a solas con tus pensamientos y reflexionar.
Eres muy observadora y reflexiva
Es muy habitual que una persona introvertida adopte un papel observador y reflexivo. Sophia Dembling explica en su libro The Introvert's Way: Living A Quiet Life In A Noisy World que alguien introvertido recibe de manera diferente la energía de su entorno, y en el caso de los introvertidos, la reciben de ellos mismos. Por eso tienden de manera innata a sumergirse profundamente en sus propios pensamientos.
Como persona introvertida, disfrutas analizando experiencias que has vivido casi más que buscando nuevas. Y además, eres muy consciente de tu entorno y de los pequeños detalles en todas las situaciones. Aunque te dejo por aquí una “pega” con la que puede que te sientas identificada: después de una reunión social tiendes a repasas las conversaciones en tu cabeza una y otra vez.
Piensas antes de hablar
Los introvertidos son grandes oyentes. Los mejores, diría yo. Alguien introvertido te escuchará y antes de responder, pensará mucho en lo que va a decir. Son personas muy analíticas y eso se refleja en su forma de comunicarse, así que si te sientes identificada con este punto, es muy probable que seas introvertida.
Huyes de las multitudes
Cain afirmaba en su charla TED que al acabar el siglo XX, nos introdujimos en una nueva cultura que los historiadores llaman cultura de la personalidad. "Hemos evolucionado de la economía agraria a un mundo de grandes empresas, y de repente la gente empieza a mudarse de los pueblos a las ciudades, y en vez de trabajar con la gente de toda la vida, ahora tienen que hacerse valer en medio de una multitud de desconocidos".
Pues bien, si eres introvertida esas multitudes no son para ti. No te sientes cómoda por ejemplo en oficinas abiertas, y aunque puedes acudir a un concierto, puede que necesites más tiempo que otras personas para recargar tus baterías y volver a repetir un plan con tanta gente.
Eres socialmente selectiva
Prefieres la soledad a las multitudes, pero eso no significa que no tengas relaciones sociales, sino que eliges mucho más con quién las tienes. Tienes amistades, y las valoras como nadie, pero no te abres a cualquiera porque no necesitas hacerlo. Y aunque tengas pocas, son increíblemente profundas y significativas. En el caso de las relaciones, prefieres siempre calidad por encima de cantidad.
Prefieres escribir a hablar
Ya te hemos dicho antes que tímido e introvertido no es lo mismo. Una persona introvertida prefiere comunicarse por escrito porque es más fácil ordenar sus pensamientos y colocarlos exactamente como quiere. Una persona tímida, teme hablar.
Como introvertida no tienes problemas para hablar en público, de hecho puedes hacerlo estupendamente bien, pero por escrito te sientes más cómoda. Y otra cosa es eso que ahora sufrimos los millennials y que los zetas también odian: las llamadas telefónicas. Las personas introvertidas también las detestan, sean de la generación que sean, porque suelen estar cargadas de trivialidades que les resultan muy poco interesantes.
Nunca te aburres de “no hacer nada”
Las personas extrovertidas necesitan acercarse a otras para conseguir estímulos, pero una persona introvertida no. Solo necesitan su pensamiento y con eso están entretenidos durante horas, porque tienen mucha imaginación y mucho mundo interior. Si eres de las que tiene monólogos internos constantemente y cuando otros se aburren con eso de “no hacer nada” tú disfrutas de conversaciones interiores maravillosas, eres introvertida.
Puedes hablar en público y ganarte la vida con ello
Según Jennifer B. Kahnweiler, asesora ejecutiva y autora de Quiet Influence: The Introvert’s Guide to Making a Difference, "al menos la mitad de las personas que se ganan la vida hablando en público son de naturaleza introvertida. De hecho muchos de los actores más reconocidos son introvertidos.
Y es que como decíamos la introversión no equivale a ser antisocial o tímido. No te asusta hablar, tienes dotes para ello y puedes hacer charlas, dar clases y demostrar en muchas ocasiones una parte extrovertida de ti, aunque suene a paradoja.
Eres muy consciente de ti misma
Pasas mucho tiempo a solas pensando en todo, y la autoconciencia es algo que dominas a la perfección. Te conoces porque has pasado mucho tiempo haciendo introspección, comprendiendo tus pensamientos, sentimientos y reacciones.
Eres detallista
Como decíamos antes, si una persona introvertida es analítica, es evidente que está atenta a los detalles. De hecho con frecuencia captan detalles que otros suelen pasar por alto, por ejemplo en el cambio de humor de alguien cercano o simplemente recordando algo de una conversación. No se trata sólo de que seas meticulosa, sino de que estás atenta a todos los matices de tu entorno.
Te sientes incomprendida
Sí, puede pasar que en muchas ocasiones te sientas incomprendida si eres una persona introvertida. Desde Psychology Today hacen una reflexión que lo explica: “la cultura occidental tiende a aplaudir más a los extrovertidos; premia la asertividad y alienta a las personas a decir lo que piensan. Pero los estudios sugieren que hay tantos introvertidos como extrovertidos, pero los introvertidos son menos visibles y, definitivamente, menos ruidosos”.
En un mundo que parece valorar la extroversión, una conducta tranquila y una necesidad de soledad puede confundirse con grosería o incluso arrogancia. Para los extrovertidos, el silencio de los introvertidos es algo que no entienden y que identifican como falta de interés en lugar de como una forma diferente a la suya de procesar información.
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