Cuando llega el final del año y el comienzo de uno nuevo es común que reflexionemos sobre cómo ha sido, lo que ha significado y lo que hemos aprendido por el camino. En mi caso, y volviendo de unos días de vacaciones, le dije a mi pareja que este no había sido un buen año para mí. No sentía que había crecido nada y me veía estancada en un bucle infinito de rutina. Él me fue enumerando los logros que he conseguido este año y me hizo ver que había crecido mucho más de lo que imaginaba. Pasé de ver este como un año mediocre a sentirlo importante. El tuyo también puede haber sido un año de crecimiento sin que te hayas dado ni cuenta y para ayudarte con esa reflexión, aquí van unas preguntas sencillas. Si respondes que “sí” a la mayoría de ellas estás de enhorabuena, porque has aprendido mucho más de lo que imaginabas.
¿Has tomado decisiones priorizando tu salud mental y física por encima del resto?
Puede parecer poca cosa, pero cuando dedicamos tiempo a querernos, mimarnos y conocernos, cuando priorizamos nuestra salud física y mental por encima del resto, no solo estamos practicando JOMO o autocuidado. Estamos dedicándonos a crecer, nos estamos respetando y estamos descubriendo que la soledad es un placer que podemos regalarnos siempre. Si este es el año en que por fin has aprendido a decir que no a planes que no te aparecen, a proyectos que no te aportan y a personas que te restan, enhorabuena. Has crecido mucho más de lo que creías este año.
¿Te has mostrado verdaderamente vulnerable ante otra persona?
Como afirmaba Miguel Seguró en El País, “En esta sociedad, hablar de nuestras vulnerabilidades parece ser un problema; no lo hacemos, quizás, porque creemos que eso desvela una debilidad”. Romper con esa idea no es fácil, lo sé por experiencia. Reflexiona en si le has hablado abiertamente a otra persona de algún aspecto de ti que te de vergüenza. Si has pedido ayuda ante una situación que te desbordaba. Si has sido capaz de expresar tus miedos, por muy escondidos que estén.
Cuando nos mostramos vulnerables y pedimos ayuda cuando la necesitamos, estamos mostrando una verdadera señal de fortaleza mental porque admitimos, ante otros y sobre todo ante nosotros mismos, que no tenemos todas las respuestas y que quien nos rodea puede ayudarnos a crecer. La investigadora Brené Brown asegura que la vulnerabilidad es la cuna del amor, y que es “la fuente de la esperanza, la empatía, la responsabilidad y la autenticidad”. Si has conseguido mostrarte vulnerable con alguien a quien quieres, ya sea amiga, pareja o familia, has demostrado no solo que confías en la otra persona, sino que no tienes miedo de quien eres, con tus luces y tus sombras. Y eso es algo maravilloso.
¿Has pedido ayuda a alguien de forma sincera?
Las personas con más fortaleza mental no son aquellas que pueden hacer todo solas, al contrario. Son aquellas capaces de ver sus propias limitaciones, de pedir ayuda y de regular de forma productiva tus emociones, pensamientos y conductas, también en los malos momentos. Si este año te has decidido por fin a pedir ayuda, has sido capaz de mostrarte vulnerable y aceptar con humildad que no tienes todas las respuestas. Pedir ayuda significa que, este año, has conseguido ser inteligente para reconocer tus limitaciones y fuerte para superarlas.
¿Has terminado una relación?
Los seres humanos están programados para amar y establecer vínculos con otras personas. Durante una ruptura, ya sea de una pareja romántica o cuando rompes con un amigo o te separas de un familiar que no te hace bien, “La sensación de pérdida llevará a un proceso similar a un duelo, hasta que la persona llegue a la aceptación de la ruptura”, según la psicóloga Irene Micó Cerdán,.
Y aunque cada ruptura se supera de una forma diferente, en el proceso aprenderemos muchísimo sobre nosotros mismos. Sobre lo que queremos, sobre quienes somos, sobre lo que hemos tolerado en la relación y ya no haremos, sobre cómo entendemos el amor. En el caso de que tú te hayas alejado de una persona que te hacía daño, has practicado un autocuidado único, priorizando tu bienestar y tu felicidad por encima del de otros. Aprender que a veces es necesario alejarse de personas de tu vida, incluso si realmente te importan o las conoces desde hace mucho tiempo, es una lección de por vida. Si has pasado por una ruptura has crecido mucho más de lo que imaginas.
¿Experimentaste un fracaso?
Cualquier persona con éxito te diría que el fracaso es un peldaño más en el camino hacia el éxito. Pero no es cierto. Las escuelas de negocios de las universidades de Northwestern, Cornell, Yale y Columbia han estudiado minuciosamente los “exagerados” beneficios del fracaso y han descubierto que las personas tendemos a sobreestimar la tasa en la que las personas conseguían un éxito tras un fracaso.participantes) lo que ellos llaman "los exagerados beneficios" que creemos que tiene el fracaso. Es cierto que es una oportunidad para aprender, crecer y mejorar, pero no es el fracaso lo que nos moldea, sino cómo reaccionamos ante él. Y no significa que vayamos a triunfar después, sino que estamos aprendiendo por el camino.
¿Has aprendido un nuevo hobby o idioma?
Como explican desde PsychCentral, tomarse tiempo para explorar nuevas actividades puede presentarnos nuevas oportunidades y es una excelente forma de promover el desarrollo personal. Aprender un idioma nuevo, por ejemplo, no solo mejora tu memoria y tu función cerebral, también potencia tu plasticidad; aumenta tu capacidad de atención, autoestima y confianza; mejora tu empatía y te enriquece culturalmente. Cuando aprendemos algo nuevo estamos alejándonos de una zona en la que nos sentimos cómodos y que conocemos para explorar nuevos espacios, vivir experiencias nuevas y crecer como personas.
¿Te has equivocado y perdonado después?
Este año me pasó algo con una persona que en la adolescencia era mi amigo pero con la que ya no tengo relación. Esa persona me dijo que rompía definitivamente conmigo porque le hice demasiado daño y no estaba dispuesta ni a perdonarme ni a tenerme en su vida. Durante meses me torturé con la idea de haberme equivocado en el pasado y no haber hecho las cosas bien con él.
Brené Brown, profesora e investigadora de emociones en la Universidad de Houston, aseguraba en su podcast ‘Unlocking Us’ que “el núcleo de la fortaleza mental es en realidad la autocompasión. Las personas que son mentalmente fuertes lo siguen siendo porque no caen fácilmente en la vergüenza, la autocrítica o el autodesprecio”. Es la autocompasión, la capacidad para perdonarnos, la que nos permite ver las emociones desagradables como herramientas de aprendizaje. Cuando entendí el daño que había hecho y me disculpé, aprendí una valiosa lección, pero sin duda perdonarme me hizo aprender una más importante aún y es que no somos perfectos y eso no es algo malo sino natural.
¿Has cambiado de opinión en algo importante?
Cambiar de opinión es algo complicado, pero como explica el psicólogo Manuel Taboada demuestra una excelente habilidad personal. El experto explica que “cuando somos capaces de cambiar de opinión demostramos que entendemos que la verdad es algo relativo que tiene que ver más con el punto de vista que con el mundo real”. Mantener una misma opinión pase lo que pase y aferrarnos a una verdad absoluta que es solo nuestra, es una muestra en realidad de debilidad. “Es debilidad por no ser capaz de tolerar la incertidumbre, por no ser capaz de aceptar que la vida nos pone en situaciones novedosas que no tienen por qué ser iguales a las cosas que ya hemos vivido”, asegura Taboada. Si este año has cambiado de opinión es porque tienes flexibilidad cognitiva y ganas de crecer y cambiar, porque el cambio no solo es inevitable, también necesario.
¿Has pasado tiempo con las personas que quieres y cultivado tus relaciones significativas?
Las relaciones interpersonales son esenciales en la vida. Tanto, que la Universidad de Harvard en su Estudio del Desarrollo Adulto afirmaba que las personas con mejores relaciones viven más, son más felices y gozan de mejor salud. Las relaciones, según el psiquiatra y profesor Robert J. Waldinger, son capaces de ayudarnos a crecer y de hacernos cambiar de perspectiva. Si este año has dedicado tiempo de calidad a tus relaciones y te has esforzado por cultivar ese vínculo con ellas, créeme: no hay tiempo mejor invertido en tu desarrollo personal que ese.
Fotos | Finde Zukunft en Unsplash
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