Puede que, como yo antes de escribir este artículo, no sepas quién es Libertad y Lo Que Surja. Este personaje de internet es de Barcelona o eso se puede leer en su perfil en “X”. En su bio afirma que “Este Twitter es grosero e irreal. Debido a su contenido le recomendamos que no lo lean. Mujer Trans Lesbiana gracias a @IreneMontero”. Casi 62K seguidores en X, otros 46K en Instagram y 317K suscriptores en YouTube. También tiene canal de Twitch.
Pero no te hablo de él porque sí, te hablo porque acaba de hacerse más conocido y no por ser un “fachatouber”, un irreverente que se ha autodenominado antifeminista y gracioso. @libertadyloquesurja se ha dado a conocer por haber publicado un vídeo.
Los hechos: un youtuber publica un vídeo sobre el suicidio de su ex novia
Si soy sincera, no me extraña demasiado viniendo de una persona que tiene un vídeo en YouTube llamado “FEMINISTA PELUDA dice esta GlLlP0LLEZ” o que hace un mes publicó otro vídeo llamado “🔴YA SOY LEGALMENTE MUJER (Ley Trans)🔴” que acumula 27K visualizaciones y que me ha provocado una arcada. Pero lo de intentar lucrarse con el suicidio de una persona con la que ha mantenido una relación me parece ya harina de otro costal. De uno mucho peor.
“Diana ha fallecido (Mi novia)”. Creo que con el título de dicha aberración lo dice todo.
Las consecuencias: internet se le echa encima
Evidentemente los comentarios a esta publicación no se han hecho esperar. “Es un miserable y no dista de otros muchos que no tienen líneas rojas, ni moral, ni vergüenza. Les da igual todo por dinero. Monetizan odio, sufrimiento, vidas ajenas, todo. Ojalá el karma haga bien su trabajo”, afirmaba esta usuaria. Reven no dudaba en posicionarse también, afirmando después en comentarios que al principio pensaba que era solo clickbait pero que al ver que “lo estaban funando” se dió cuenta de que era real.
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La divulgadora de true crime conocida como Araknne explicaba aún más en la red antes conocida como Twitter. “Anoche, el Youtuber "Libertad y lo que surja" subía un twitt promocionando un vídeo en su canal sobre el reciente fallecimiento de su novia, esta se habría quitado la vida tras una dura lucha con la depresión. Yo misma le di el pésame ignorando todo lo que había detrás…” Hablaba de la miniatura, de la depresión que sufría la joven y de los comentarios de pésame.
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Y también dejaba una captura del comentario de la hermana de Diana, en el que le decía que denunciaba el vídeo a la policía:
Soy la hermana de Diana. Estamos destrozados y aún no comprendemos como un exnovio puede LUCRARSE y ganar fama, likes y dinero a partir del suicidio de mi hermana. Si de verdad te importara no subirías esta clase de videos o habrías pedido permiso a los familiares. ¿Escribir un vídeo de mi hermana? ¿De verdad? Elimina inmediatamente este vídeo, ya está denunciado a la policía y te lo hemos comunicado por Whats y llamado pero no atiendes porque eres un cob_rde. Te lo pongo por aquí. Disfruta de tus visualizaciones
Sorpresa, también nos ponía un pantallazo con más comentarios de amigos de la fallecida sobre “ciertos aspectos que presuntamente pasaban durante su relación y que no dejan en muy buen lugar al Youtuber”:
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Tras esto, el youtuber recogía cable con este mensaje y borraba el vídeo y el tuit con el que había comenzado todo:
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Pero internet se posicionaba firmemente en su contra con miles de post como este:
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El contexto y el problema: el trato comunicativo sobre el suicidio
Es por todos conocido que el suicidio en pleno 2024 es un grave problema de salud pública. Más de 700.000 personas mueren cada año por suicidio y según la OMS, es la cuarta causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. En España, en 2022 y según datos oficiales del INE que recoge la Fundación Española para la prevención del suicidio, se dió “la mayor cifra de suicidios registrada nunca en España, siendo el tercer año consecutivo en superarla” y también se registraron “las mayores tasas de suicidio de la historia, tanto totales (8,85 muertes por 100.000 habitantes) como por sexos (13,34 en hombres y 4,52 en mujeres)”.
Para quién no lo sepa, existe un “Código Ético de tratamiento informativo del Suicio en Medios de Comunicación”. De ese documento quiero que leas el primer párrafo: “Los medios de comunicación ejercen una notable influencia en la opinión pública y, por tanto, tienen una gran responsabilidad social. En el caso del suicidio, los medios se enfrentan a un reto importante: su aportación puede contribuir a reducir los casos, si bien el tema debe tratarse con sumo cuidado, por lo que resulta esencial establecer cuáles son los límites”.
Las profesiones en redes sociales no dejan de ser un medio de comunicación. Si pensamos en que los youtubers, tiktokers, instagramers y demás perfiles, sabemos que tienen un gran impacto en toda la gente que les sigue. Influencian a su público. Más aún que muchos medios de comunicación al uso. Y como el tío Ben le dijo a Peter Parker “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, algo que es evidente que el Sr. Adriá de “Libertad y lo que surja” ha obviado queriendo incluso mercantilizar la vida privada de su ex novia, el dolor de su familia y un problema gravísimo de salud pública como es el suicidio.
Cuando la ética periodística brilla por su ausencia
No es el único caso de poca ética que hemos visto recientemente. Tan solo diecinueve días después del fallecimiento de Carlos Goyanes, su hija Caritina fallecía a los 46 años de edad de un infarto. Es obvio que es una noticia que los medios de comunicación iban a dar, pero lo que se hizo en Telecinco no solo roza el absurdo, sino que éticamente es despreciable. Uno de los redactores del programa conectaba con Ana Rosa Quintana en directo para hacer pública la noticia mientras Lolita Flores, amiga de la fallecida, se enteraba en ese mismo instante mientras una cámara grababa su reacción.
Aunque Ana Rosa al ver a Lolita así la abrazó y pidió a las cámaras que se retirasen, ¿cuándo hemos llegado como sociedad a este punto? En un momento dado las imágenes de Lolita se emitieron, y pudimos verla sentada sobre el suelo del plató y en shock. De nuevo la pregunta que surge es dónde están los límites, como en el caso que nos atañe hoy.
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¿Cuál es el punto en el que pasamos de informar a convertirnos en carroñeros en busca de visitas, likes o “lo que surja”? Desde luego cuando vemos lo que algunos están dispuestos a hacer y a vender por redes sociales no podemos evitar pensar que como sociedad tenemos mucho trabajo por hacer.
Fotos | YouTube @LibertadYLoQueSurja
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