Empezamos a ver nuevas portadas de las revistas de moda que más nos gustan. Este martes, mi compañero Montag nos avanzaba una portada de Vogue con Keira Knightley como protagonista. Los lunares inundaban su ropa, y los labios eran de un rojo tan intenso que se centraban en ellos todo el protagonismo. Pero hoy no es ella la protagonista. Desde que Gisele Bündchen anunció que iba a ser madre desapareció drásticamente de todas las pasarelas y sus portadas se pueden contar con cuentagotas. Vogue ha logrado algo imposible: ¡conseguir dos portadas con esta belleza brasileña! La primera es para Vogue Italia en su número de Diciembre 2010. Fotografiada por Steven Meisel (uno de los grandes), Gisele no ha estado exenta de polémica, pues dentro del reportaje fotográfico la vemos desnuda (salvo por joyas en el cuello, muñecas y orejas), fumando un cigarrillo y con todo el maquillaje corrido. No sé si es la pose, la expresión de la cara o todo el conjunto, pero sinceramente, no parece ella. Me he quedado atónita.
En la portada en cambio, vemos a una Gisele en primer plano en blanco y negro. Guapísima, irradia belleza y sensualidad por doquier. Nada que ver con lo que vemos en el interior del último número del año italiano. La verdad es que su retirada de las pasarelas se ha notado, al menos yo la he echado de menos en el último show de Victoria’s Secret. Ella era una pieza clave para la firma, aunque Alessandra Ambrosio y Adriana Lima la suplen a la perfección.
La segunda portada a la que veremos la brasileña más famosa de estos tiempos la encontramos en el Vogue Nippon. Entraremos el 2011 con una Gisele muy distinta a la anterior portada: melena extra lisa, bolero negro de pelo largo y vestido largo de encaje y pailletes.
Ambos números no tienen nada que ver entre sí, y a pesar de que la modelo es siempre la misma, parecen dos personas totalmente distintas. Para gustos los colores, así que ¿tú con qué portada te quedas?
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