Las rutinas de belleza de las celebrities siempre consiguen dejarnos sin palabras. Sus entrenamientos fitness, así como sus hábitos alimentarios, son algo que vamos mirando con lupa, en busca de todos esos secretos que dan lugar a físicos especialmente cuidados, innegablemente espectaculares. Lo cierto es que, todas esas actrices que nos han cautivado a través de sus interpretaciones en la gran pantalla, lo siguen haciendo más allá de la ficción, ya sea en un photocall o a través de sus redes sociales, entre ellas, por supuesto, Demi Moore.
Entre los hábitos que quizás más nos sorprenden de la vida de la actriz, es que hace años que se ha sumado a una dieta crudívora, que apuesta por ingerir frutas, verduras, granos, frutos secos, cereales y legumbres germinadas sin un proceso de cocción, todo ello bajo el lema: “de la tierra al plato”. Y es que los seguidores de esta dieta creen que cocinar la comida podría generar la pérdida de nutrientes necesarios para el cuerpo y prestan una gran atención al tipo de alimentos que compran, soliendo apostar por los orgánicos.
Un alimento se considera crudo si nunca se ha calentado a más de 40 a 48°C, además, no debe de refinarse, pasteurizarse, tratarse con pesticidas, ni procesarse de ninguna otra manera. Como explica, la nutricionista Gabriela Gottau, en un artículo de nuestros compañeros de Vitónica, los seguidores de este tipo de alimentación han encontrado el reemplazo para cada alimento sin someter a cocción ninguno de ellos. Para ello se sirven de técnicas como la deshidratación o la fermentación y tienden a elaboran sus propios panes y quesos sin someter a calentamiento los mismos.
Para seguir este tipo de dieta, al menos el 75% de los alimentos que consumimos deben ser crudos. Es evidente que esta dieta tiene puntos positivos, entre ellos su amplio porcentaje de frutas y verduras frescas, que entre otras propiedades despuntan por incorporar vitaminas que ayudan a la producción de colágeno. Así mismo, este plan alimenticio también ofrece una clara limitación en la ingesta comida ultraprocesada o azúcares añadidos.
Gabriela aclara que: "si bien la ingesta de vegetales y frutas crudas es una excelente estrategia para evitar muchos males, también existen riesgos, como son la supervivencia de bacterias o microorganismos causantes de enfermedades." A esto le sumamos que: "existen algunos nutrientes que reducen su absorción ante la mayor ingesta de fitatos, presentes en la fibra de los alimentos. Por eso, la dieta crudívora podría ocasionar déficit de hierro, calcio y otras minerales", explica la nutricionista. Además, es importante tener en cuenta que cocinar los aliementos aumenta su digestibilidad. Y es que, está claro que es importante no obsesionarse con ciertas dietas y apostar siempre por un equilibrio.
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