La caminata diaria es la forma perfecta de combatir ese sedentarismo al que estamos ancladas la mayor parte de nuestro día, con motivo de los trabajos que nos requieren sentadas frente a la pantalla del ordenador. La OMS recomienda un mínimo de unos 150 minutos a la semana de actividad física moderada para cuidar nuestra salud, donde los paseos diarios pueden ser nuestros mejores aliados para evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Una investigación científica ha notificado como entre 9.000 y 10.000 pasos diarios podrían ser un must a la hora de contrarrestar un estilo de vida altamente sedentario, ayudándonos a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en un 21%, así como el riesgo de mortalidad en un 39%. Y es que, además de ser un claro indicador de una mejora en nuestra salud, los estudios científicos han señalado como podría mejorar el estado físico y anímico de las personas sedentarias con sobrepeso.
Nuestro cuerpo se beneficia por dentro de toda esta actividad física, pero también hay cambios que son perceptibles al ojo humano. De hecho, hay unos grupos musculares que se trabajan especialmente cuando caminamos, empezando por todo el tren inferior, desde cuádriceps, isquiotibiales, glúteos hasta los gemelos. En la zona del core también notarás un fortalecimiento, especialmente en la zona del abdomen, así como en los brazos, tonificando deltoides, dorsal, bíceps y tríceps.
Más allá de ser todo un plus a la hora de trabajar nuestra figura, desde Vitónica, no han querido pasar por alto el poder de la caminata diaria para ayudarnos a activar la circulación sanguínea en todo el cuerpo, lo que mejoraría el estado general del sistema circulatorio, y el funcionamiento cardiaco. Sin duda una opción perfecta si buscas mantener los niveles de colesterol a raya.
Otro de los pros de caminar de forma regular es que gracias a esta actividad física recurrente se van tonificando los músculos que sujetan a la columna vertebral y que antes no tenían la fuerza suficiente para sostenerla de forma correcta, tras incorporar esta disciplina, esto cambia. Esta es la razón por la que, según indican los estudios científicos, podría ayudar a prevenir los dolores de espalda. No esperes más y súmate a la caminata diaria.
Fotos| Kirill Lazarev en Pexels, Miriam Alonso en Pexels
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