Si hay un deporte que ha sido pura tendencia en 2024 y que continuará siendo uno de nuestros favoritos este 2025, ese es el yoga. Esta disciplina ha convencido hasta aquellas que llevaban toda la vida renegando del deporte, y es que, a base de ejercicios de bajo impacto, consigue definir los músculos de nuestro cuerpo asana tras asana con una efectividad asombrosa. Si buscas conseguir unos abdominales de acero, elevar tus glúteos o hacer frente a las alas de murciélago, puedes ponerte a hacer flexiones, sentadillas o coger pesas, pero también optar por un 3 en 1 y decantarte por una clase de yoga con la que tonificar tu cuerpo de arriba abajo.
Si estás dispuesta a iniciarte en esta disciplina y quieres empezar a trabajar tu cuerpo desde casa, es esencial que te decantes por asanas sencillos, para ir poco a poco por probando posturas que son más fáciles y, a medida que vayas trabajando las musculatura de tu cuerpo y vayas cogiendo más práctica, añadir más complejidad a tus sesiones de yoga. Toma nota de estas cinco imprescindibles.
Rodillas al pecho
Para empezar nuestra sesión de yoga desde casa, nos colocamos sobre el mat de yoga acostadas boca arriba y llevamos las rodillas hacia el pecho, las cuales rodearemos con las manos. Desde dicha posición, nos disponemos a mover nuestro cuerpo de un lado a otro. Mientras estamos ejecutando este movimiento, inhalamos y exhalamos de forma profunda, prestando atención a las respiraciones.
Postura de media torsión
En este asana nos colocamos sentadas sobre la colchoneta y pasamos nuestra pierna derecha por encina de la izquierda, la cual se quedaría estirada. Desde dicha posición, bordeamos con nuestro brazo izquierdo la rodilla derecha y llevamos la mano derecha al suelo por detrás de la espalda, todo ello mientras giramos el tronco hacia el lado derecho. Finalmente, nos mantenemos en dicha postura durante varias respiraciones y repetimos lo mismo, pero con la pierna izquierda y el brazo derecho.
Postura del zapatero
Para hacerla de forma correcta, empezamos sentándonos en el mat de yoga con la espalda recta, mientras dejamos nuestros pies hacia adelante y los acercamos a las ingles. Desde ahí, intentaremos bajar las rodillas tanto cómo podamos, todo ello mientras llevamos a cabo respiraciones profundas.
Postura del niño
Un asana que no puede faltar en una sesión para principiantes de yoga. Para realizarla, nos arrodillarnos en la esterilla con las rodillas ligeramente abiertas y desde ahí, nos sentamos sobre nuestros talones. Seguidamente, estiramos los brazos hacia el frente, dejando que todo nuestro cuerpo se relaje poco a poco.
Postura del cadáver
Para terminar esta breve sesión de yoga, la postura final no podía ser otra que la del cadáver. Este asana consiste en colocarnos tumbadas en el suelo, teniendo una importante consciencia de la respiración, aunque podemos hacerla también tumbadas desde la cama.
Esta sencilla postura es ideal para poner el broche de oro a una sesión de yoga, ya que nos ayuda a relajarnos tras ejecutar otros asanas más demandantes. Ideal para intentar dejar la mente en blanco y pensar únicamente en la respiración.
Foto| Gustavo Fring en Pexels
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