La falta de magnesio en nuestro cuerpo es algo que nos preocupa, ya que suele tratarse de un componente deficitario en nuestra alimentación. Según indican los resultados del estudio ANIBES, el 80% de la población española presenta consumos de calcio y magnesio menores a las recomendaciones, algo que también ocurre en el 72 % de la población a nivel europeo. Entonces, ¿cómo podemos saber si tenemos una falta de este mineral en nuestro cuerpo?
El médico Dr. Eric Berg reveló, en su canal de Youtube, cuál es ese primer signo que podría indicarnos una deficiencia de magnesio en nuestro organismo. Resulta que como este mineral es necesario para la creación de la ATP mitocondrial, que contribuye a la energía de nuestro cuerpo, la fatiga sería esa primera señal que nos alertaría de que podríamos estar sufriendo una falta de este componente.
El experto también quiso indicar otros signos que podrían estar relacionados con la falta de magnesio como: calambres, contracciones corporales continuas, arritmias cardíacas, aumento de la resistencia a la insulina, insomnio o depresión. Y es que presenciar alguna de estas dolencias podría ser alarmante, pero cuando se dan más de un par podría ser la clara evidencia de que nuestro cuerpo necesita magnesio. Aún así, si sufres cualquiera de estos síntomas, el diagnóstico no tendría por qué ser siempre una falta de magnesio. Por ello, para cercionarse de que lo que te sucede es una ausencia de magnesio u otra cosa, lo mejor es acudir al médico.
¿Cómo podemos hacer frente a la falta de magnesio?
La dieta tiene un papel crucial a la hora de combatir una falta de este mineral en nuestro cuerpo. Por eso es esencial apostar por alimentos ricos en este componente. Para ello hemos tomado nota de algunos ejemplos que ha compartido la nutricionista Gabriela Gottau en un artículo de nuestros compañeros de Vitónica.
- Semillas: especialmente las pipas de girasol o las de calabaza despuntan por tener altas concentraciones de este nutriente. Puedes añadirlas a tus ensaladas, como topping en tus cremas calientes o a modo snack saludable entre comidas.
- Cacao o chocolate negro: es una gran fuente de magnesio. Podemos espolvorearlo en nuestra taza de café diario si optamos por su versión en polvo o, en su defecto, disfrutar de un toque más dulce con una onza a modo de postre tras la comida.
- Frutos secos: despuntan las almendras porque son alimentos muy ricos en magnesio. Un aperitivo ideal que, además de ser saciante, te ayuda a subir los niveles de este nutriente tan esencial.
- Legumbres: hay que hacer una mención especial a las legumbres oleosas como pueden ser el cacahuete o la soja, con altas concentraciones de magnesio.
- Granos enteros: destacan el trigo integral y derivados. Perfectos para esas tostadas a primera hora de la mañana, para empezar el día con un pequeño chute de magnesio.
La experta señala que, de forma aproximada, debemos consumir entre unos 300 y 400 mg diarios de magnesio. Esto podría ayudarnos a paliar los efectos que provocan una ausencia de este mineral y, por supuesto, podría ser todo un must para favorecer nuestra salud general.
Fotos | Pixabay en Pexels, Anna Shvets en Pexels
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