Los datos de la Sociedad Española de Neurología, que recogen el número de personas que no descansa bien en nuestro país, han observado como ascienden hasta los más de 12 millones y más de 4 millones los padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave. Quizás este es el principal motivo por el que siempre estamos atentas a los nuevos datos que nos ofrecen las investigaciones científicas, en busca de soluciones aplicables a nuestro día a día para poder conciliar mejor el sueño.
El deporte es un básico en el día a día de muchas de nosotras y la verdad es que casi todas ejecutamos nuestra dosis de actividad física cuando tenemos un hueco libre, tras el trabajo a lo largo de la tarde. Ahora un estudio científico nos ha indicado que podríamos estar haciéndolo mal, porque existiría un horario clave que nos podría ayudar a dormir mejor, y es que parece ser que hacer deporte de alta intensidad al menos dos horas antes de acostarse favorecería un sueño de calidad.
En la investigación se observó como cuando la actividad física vigorosa terminaba dejando un margen de menos de dos horas antes de acostarse, el sueño se veía afectado de forma negativa y los participantes de la muestra tardaban más en conciliar el sueño. Por otra parte, cuando el ejercicio terminaba dejando un margen de dos horas antes de acostarse, ahí sí que había beneficios para dormir, incluida la promoción del inicio del sueño y una mayor duración del mismo.
La principal razón por la que debemos de evitar hacer deporte de alta intensidad con un margen de menos de dos horas antes de acostarnos es, como explican nuestros compañeros de Vitónica, porque no estaríamos dejando el tiempo suficiente para que nuestro cuerpo se recuperarse a nivel cardiovascular, algo que acabaría afectando al sistema parasimpático y dificultando que nuestro organismo se relaje antes de dormir.
Esto se debe también a que cuando hacemos ejercicio físico vigoroso nuestra temperatura corporal aumenta y se libera cortisol, la conocida hormona del estrés, por lo que, si nos disponemos a intentar dormir menos de dos horas después de nuestra sesión de deporte, podría entorpecerse la liberación de melatonina, esa hormona responsable de facilitarnos la conciliación del sueño. Así que el final de la tarde puede ser nuestra franja horaria ideal para acudir al gym, dejando justo dos horas de margen entre el final de la actividad física y el momento de irse a la cama.
Fotos| Andrea Piacquadio en Pexels, cottonbro studio en Pexels
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