La avena puede convertirse en el superalimento de tus desayunos si quieres perder peso. Yo misma, los fines de semana apuesto por innovar con mi primera comida del día y seguir diferentes recetas en busca de la opción perfecta. Ahora puedo decir que la he encontrado, las gachas. Y es que, eso de que nos ayudan a eliminar un par de kilos no lo digo yo, sino los estudios científicos que ya han señalado la avena como ese alimento estrella en tu dieta si quieres adelgazar, puesto que ayuda a reducir esa sensación de hambre, algo que hace mucho más fácil el hecho de perder peso.
Antes de nada, vamos a hablar de las gachas, porque con toda la infinidad de opciones que nos permite la avena a la hora de preparar recetas, es esencial pararse en esta. Se trata de un plato que se elabora cociendo granos de avena los cuales puedes mezclar con tu leche de confianza o tu bebida vegetal de cabecera. Así en una primera instancia pude parecerte todo un poco insípido, pero toppings como almendras, ralladura de coco o frutos rojos pueden darle otro toque más especial a la par que saludable.
Una de las razones por las que esta receta nos ayuda adelgazar, es esa mezcla de la avena con una fuente de proteínas, en este caso la leche o bebida vegetal. Como explica la nutricionista Gabriela Gottau en un artículo de nuestros compañeros de Vitónica, esta parte es esencial, puesto que de esta forma no solo conseguimos reducir el índice glucémico de la avena, sino que aportamos azucares naturales a la receta y también favorecemos esa sensación de saciedad que evita que luego estemos picando entre horas.
Cómo preparar unas gachas saludables
En la lista de ingredientes no pueden faltar: una taza de copos de avena, una taza de leche o una bebida vegetal y canela en polvo. Empezamos colocando los copos de avena en un bol y añadimos la canela en polvo para darle sabor a la mezcla sin necesidad de recurrir a otros endulzantes menos saludables. Aquí este ingrediente es clave, ya que según los estudios científicos, la canela se encarga de reducir la inflamación gracias a sus componentes antioxidantes.
Continuamos calentando la leche o bebida vegetal y la vertemos sobre la avena hasta que los granos absorban bien el líquido y nos quede una mezcla cremosa, con una consistencia muy parecida a una papilla. Una vez lista puedes decantarte por un par de toppings para darle un extra de sabor. En mi caso, los arándanos o la ralladura de coco son mis grandes favoritos. Aunque también puedes añadir un poco más de proteína vegetal con una crema de cacahuete 100%. ¿Lo mejor?, que puedes ir probando combinaciones hasta que des con la que más te guste.
Fotos | Nataliya Vaitkevich en Pexels, MART PRODUCTION en Pexels
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