La inflamación tras las comidas es algo que afecta de distintas formas a numerosas personas. De ahí que las dietas antiinflamatorias cada vez vayan teniendo más notoriedad, planteándose como una buena opción para hacer frente a los síntomas de la inflamación, pero también, como bien indica Gemma Tendero, dietista y nutricionista: "la dieta antiinflamatoria está aconsejada para todo el mundo, que hay que cumplir ciertas condiciones, pero al final consiste en tener una dieta mediterránea, por supuesto sin alcohol."
Es importante que en este tipo de dietas no nos quedemos únicamente en la periferia de la cuestión intentando frenar los síntomas de la inflamación a través de la alimentación, ya que es esencial tener en cuenta el resto de factores que conforman un estilo de vida saludable para poder aplicarlos a nuestra propia rutina y poder así también mejorarla más allá de la dieta.
Como asegura Gemma Tendero: "entre los hábitos a mejorar en las dietas antiinflamatorias están el descanso, a base de un sueño reparador así como un tiempo de calidad, la hidratación, dejando de lado todas esas bebidas que no sean agua, ejercicio físico, pasar tiempo al aire libre preferiblemente con luz solar y por último masticación de los alimentos para un correcto aprovechamiento de los nutrientes y evitar así una mayor carga de trabajo en otros órganos."
Principales alimentos antiinflamatorios
En esta lista de alimentos destacan las verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales, pescados, huevos y carnes blancas. Todo ello en detrimento de alimentos muy procesados, carnes rojas, cereales refinados y azúcares. Y es que cabe recordar que la dieta mediterránea es, como indica la nutricionista, la base de las dietas antiinflamatorias por lo que en el caso de dudas a la hora de incorporar o no ciertos alimentos a nuestra rutina del día a día, también se puede tomar la dieta mediterránea como referencia.
Errores sobre la dieta antiinflamatoria
Al igual que en todas las dietas, es sencillo caer en equivocaciones a la hora de incluirlas en nuestra rutina del día a día. Gemma Tendero comenta que: "uno de los principales errores en los que podemos caer es en pensar que solo un alimento o hábito es el más importante, ya que es un conjunto de todo." También insiste en que otro de los principales fallos es recurrir a tomar suplementos o buscar hábitos milagrosos con resultados notables desde el primer día.
La nutricionista explica que ninguna dieta es milagrosa y es esencial darse tiempo para hacer los cambios pertinentes en nuestros hábitos relacionados con la alimentación, todo ello sin auto exigirnos ni culpabilizarnos si no conseguimos cumplir con los requisitos de las dietas, ya que todo esto luego se ve reflejado en un crecimiento exponencial del estrés, un aspecto que no hay que olvidar que empeora nuestra salud.
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