El desayuno es una de esas comidas que siempre hago a contrarreloj. Me levanto, voy a la cocina y en escasos 10 minutos ya he terminado mi primera comida del día. Ascensión Marcos, farmacéutica e investigadora española, profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y directora del grupo de investigación en Inmunonutrición en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), ha señalado este hábito por su posible riesgo para nuestra salud inmonológica.
La inmonunutrición ya ha sido definida en varios estudios científicos como una forma de alimentación consciente para reforzar a través de los nutrientes nuestra función inmunológica, especialmente en presencia de factores debilitantes, para mantenernos más saludables.
La experta ha aclarado, en una entrevista para la Voz de Galicia, que la inmunonutrición va mucho más allá de los alimentos que ingerimos y ha hecho hincapié en la importancia del desayuno y el tiempo que le dedicamos: "mucha gente lo obvia y toman solo una taza de café, y luego, a media mañana tienen mucha hambre. Creo que lo ideal es comer a primera hora, estar entre un cuarto de hora y 20 minutos tomándolo, con tranquilidad, y si hace falta, te levantas antes", explicaba.
La inmunonutricionista ha insistido en que este hábito podría ser crucial para evitar esos picoteos constantes a media mañana en los que solemos recurrir a los ultraprocesados e insiste en la importancia de ir sustituyendo estos hábitos de decantarnos por productos llenos de azúcares libres por opciones como yogures o frutas.
Está clara que el tiempo que le dedicamos a esa primera comida del día es importante, pero también es esencial prestar atención a esos alimentos que pueden ser nuestros aliados en una dieta que busque cuidar especialmente nuestro sistema inmune, para ello hemos tomado nota de algunos ejemplos que ha compartido la nutricionista Gabriela Gottau en artículo de nuestros compañeros de Vitónica.
La experta ha señalado la importancia de una alimentación con una alta densidad nutritiva, donde no pueden faltar vitaminas y minerales, especialmente el zinc, la vitamina D, la vitamina C, el selenio, el hierro y la vitamina E, muchos de ellos destacando por su función antioxidante. Las proteínas de alto valor biológico, son otro de los alimentos a los que le debemos de prestar atención por la presencia de aminoácidos que nos ayudan a reforzar nuestro sistema inmunitario.
La nutricionista también ha resaltado la importancia de las grasas de calidad presentes en pescados grasos, frutos secos, semillas o aceite de oliva extra virgen, así como los hidratos de carbono que podemos encontrar en legumbres o granos enteros y son fundamentales porque nos ofrecen tanto minerales como vitaminas. A la lista se suman, por supuesto, las frutas y verduras de todo tipo y color, junto con las hierbas y especias diversas, además de agua. Por último, Gabriela destaca también el papel de la actividad física para que nos ayude a activar nuestras defensas. La fórmula ganadora es una buena dieta y deporte para cuidar al máximo nuestra salud inmunológica.
Fotos | Vincent Rivaud en Pexels, Jenna Hamra en Pexels
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