Confieso que soy de esas personas que, en cuanto me surge la duda de guardar o no un alimento en la nevera, siempre acabo optando con conservarlo mejor dentro. Una piensa, por inercia, que los productos se conservaran mejor dentro de este electrodoméstico a baja temperatura, porque en líneas generales suele ser así. Pero resulta que no siempre es la mejor de las opciones, según indica la farmacéutica y nutricionista Boticaria García, una de las divulgadoras de contenido relacionado con salud más aclamadas de los últimos tiempos.
El alimento que solemos colocar por costumbre en la nevera y que es mejor que no lo guardemos ahí, es la patata. Y es que, mientras que las verduras siempre las dejamos ahí dentro a temperaturas frías, estos tubérculos no deben mantenerse nunca así, explica la experta en un vídeo que ha compartido con sus seguidores en sus redes sociales.
Según aclara la nutricionista: "las patatas tienen una encima, unas tijeras que van transformando los hidratos de carbono en azúcares simples". De esta forma cuando las guardamos en un lugar muy frío, como es el caso de la nevera, "favorecemos que esta tijera se ponga a cortar y se vayan liberando los azúcares si después freímos las patatas, además de que nos van a quedar más blandurrias", admite la experta.
Al darse esta liberación de azúcar, Boticaria insiste en que "se va a producir más acrilamida, un compuesto como el churruscao de las tostadas o del chuletón, que es mejor evitar". Entonces aquí está nuestra gran duda, ¿cuál es el mejor lugar para guardar las patatas? La nutricionista lo tiene claro: "debemos guardar las patatas en un lugar fresco y oscuro, pero no en la nevera" Quizás un armario o un cajón sin rastro de humedad en nuestra despensa sea un lugar clave para ello.
Desde Vitónica nos dan algunos tips que tampoco podemos pasar por alto a la hora de conservar las patatas y es que, además de guardarlas en un lugar fresco y oscuro, como explica Boticaria, también es esencial que no estén cerca de las cebollas, ya que al igual que otros vegetales liberan gas etileno que hacen que las patatas broten, produciendo una sustancia química conocida como la solanina. Este compuesto en dosis pequeñas puede incluso ser beneficioso, pero si se ingiere en grandes cantidades, podría llegar a ser tóxica, explican nuestros compañeros de Vitónica. Además, el alto contenido acuoso de las cebollas podría favorecer la humedad y dar lugar al crecimiento de moho.
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