El desodorante es un producto de higiene personal clave en nuestra rutina de cada día. Recurrimos a él tras las duchas, así como con una frecuencia más alta los días de extremo calor en verano. Es un must a la hora de neutralizar los malos olores causados por las bacterias del sudor, para regular y mantener bajo control el olor corporal, pero podríamos estar usándolo de forma incorrecta, según indican los expertos.
Los estudios científicos han notificado que tras la ducha, estaríamos reduciendo el poder de efectividad de los desodorantes, dado que lo ideal sería aplicárselo por la noche, antes de irnos a dormir. Y es que, según las investigaciones que se han llevado a cabo, esta sería la mejor forma de usar un antitranspirante, así lo afirmaba el presidente de la Academia Americana de Dermatología, David Pariser, en Consumer Reports.
La razón por la que la noche es el mejor momento para aplicarse desodorante, sería según la publicación, porque es en ese periodo del día en el que transpiramos menos, por lo que una mayor cantidad del ingrediente activo del desodorante accede a los conductos del sudor.
También debemos de tener en cuenta que cuanta más cantidad apliquemos del producto, éste tendrá una mayor actividad, todo dentro de unos límites lógicos, se añade en dicha publicación. Además, un estudio publicado en The Britsh Journal of Dermatology en 2011, insiste en que “la aplicación por la noche permite que la difusión del producto se realice durante un periodo de sudoración baja o decreciente, lo que facilita que el agente activo penetre en los conductos”.
Es importante tener en cuenta que existen sectores de la población que son más proclives a padecer hiperhidrosis. De hecho, según un artículo publicado en 2013 en Journal of Investigative Dermatology, el 97% de las personas caucásicas y negras poseen una variación genética que hace que las bacterias que habitan en la axila corrompan en sudor, haciendo que huela mal. Mientras, las personas asiáticas, desprenderían un aroma mucho más agradable. Y es que según indica dicho estudio, el 80% de los habitantes de Asia estaría libre de ese gen.
Bien es cierto que la hiperhidrosis, es una consecuencia de esa sudoración que afecta a un grupo concreto de personas y los hábitos relacionados con la higiene personal de aquellos que la padecen son distintos al resto. Aun así, nunca está de más tener en cuenta estos datos para poder aplicárnoslo en nuestro día a día y poder ponerlos a prueba nosotras mismas.
Fotos | Ana Essentiels en Unsplash, cottonbro studio en Pexels
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