Tras una reciente declaración de Paul McCartney a la revista The Times, en la que confirmó que practica yoga ocular para no tener que usar gafas, la idea a cerca de esta técnica lleva rondando por nuestra mente sin parar. En la entrevista, el músico reveló que conoció los ejercicios oculares en la India hace algunos años y que los practica desde entonces. Pero, ¿es posible evitar el uso de gafas practicando ejercicios oculares?
El yoga ocular se trata de una práctica milenaria. Un ejemplo de la misma podría ser el tratak kriya, originario de la India, que forma parte de un estilo de meditación relacionado con la creencia de un desarrollo de estado superior de la conciencia y el despertar espiritual, una serie de ejercicios que consisten en mirar fijamente un objeto sin parpadear, hasta que salen las lágrimas de nuestros ojos.
Otra de las prácticas más extendidas en cuanto yoga ocular es el método Bates, creado a finales del siglo XIX por el Dr. William Bates, un oftalmólogo de Nueva York que defendía que los ejercicios oculares podían ayudar a evitar la necesidad de utilizar gafas.
¿En que consiste el yoga ocular?
El fin de los ejercicios que conforman el yoga ocular, sería ayudar a relajar los músculos oculares y reducir el estrés visual, además de una promesa de ayudar en la prevención de ciertos problemas en la vista. Algunos de los movimientos más comunes son el parpadeo rápido, el movimiento de los ojos hacia arriba y hacia abajo, hacia la izquierda y hacia la derecha, y en círculos durante unos segundos, el enfoque lejano y cercano, que consiste en mirar algo lejos durante unos segundos y cambiar a algo que esté más cerca. También es un clásico el masaje ocular, que consiste en cerrar los ojos y frotar suavemente las palmas de las manos juntas para generar calor y colocar las mismas sobre los ojos cerrados dejándolas en esa posición unos segundos.
Ante toda esa nube de misticismo que envuelve a esa practica milenaria, hemos decidido recurrir a los estudios científicos para conocer más a cerca de esta técnica tan recurrente en la vida de Paul McCartney. En un estudio publicado en 2018 por el International Journal of Yoga, se comparó la agudeza visual (la letra más pequeña que se puede ver) y el error refractivo (la prescripción de gafas de una persona) en grupos que practicaron ejercicios de Bates o trakata yoga durante ocho semanas. El estudio concluyó que ninguno de los ejercicios generó ninguna diferencia en el error refractivo o la agudeza visual.
Es importante tener en cuenta que los músculos oculares internos y externos trabajan juntos hasta cierto punto. Además, no existe evidencia científica que respalde un retraso significativo en la presbicia mediante la práctica de ejercicios oculares. Por otra parte, si buscamos mejorar nuestra salud ocular, según indican las investigaciones científicas, una dieta rica en omega 3 puede ayudar a aliviar la sequedad ocular. Además otros factores como un descanso óptimo, el uso de gafas de sol de buena calidad, así como evitar una exposición desmesurada ante las pantallas o leer con buena luz, son tips que debemos de tener en cuenta.
Fotos | Instagram, Andrea Piacquadio en Pexels
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