Los Bridgerton se convirtieron en un éxito indiscutible (continúan en el top ten de lo más visto en España), Lupin cogió el testigo hace unas semanas y ahora le toca el turno a Destino: la saga Winx.
Es uno de los estrenos de Netflix en enero y ha estado escalando posiciones hasta convertirse en la serie más vista en España y huele a que no se quedará en algo simbólico y se convertirá en el relevo de otras series del género que ya han acabado, como Las escalofriantes aventuras de Sabrina.
Destino: la saga Winx, el nuevo éxito de Netflix
Si eras fan de la serie animada Winx Club, creada por Iginio Straffi en la década de los 2000, te advertimos que la nueva adaptación de Netflix no es como los dibujos.
Como cualquier adaptación tiene similitudes con la historia original pero también cambios que se alejan. Hay personajes que no aparecen (Tecna, Flora y Roxy), al menos de momento, y otros que cambian como las antagonistas que han pasado de ser tres, Las Trix, a solo una una. Las alas han desaparecido y los colores vibrantes que vestían las protagonistas también, pero continúa la academia Alfea, esta vez como un Hogwarts en el que ellos llaman Otro Mundo en el que las protagonistas de la historia deberán pasar los próximos años dominando sus poderes y convirtiéndose en hadas adultas.
Con un toque de young adult, el nuevo éxito de Netflix mezcla la aventura con el drama y las series al estilo de Riverdale y Legacies pero con hadas. Líos amorosos, amistad, problemas y muchos monstruos empeñados en destruirlas. Esta nueva versión con actores sustituye a la serie animada y el resultado nos gusta.
La serie comienza cuando su protagonista, Bloom, llega a un “instituto para hadas” después de descubrir que ella es un hada de fuego. Abigail Cowen es quien interpreta a este personaje y quizá te suene porque la hemos visto interpretando a Dorcas en Las escalofriantes aventuras de Sabrina.
Junto a ella Musa (Elisha Applebaum) que puede sentir los sentimientos ajenos, Aisha (Precious Mustapha) que es un hada capaz de controlar el agua, Stella (Hannah van der Westhuysen) que genera luz, y Terra (Eliot Salt) que trabaja con los elementos terrenales. Las cinco son las protagonistas de esta serie juvenil en la que veremos cómo se convierten en adultas.
Este paso de adolescente a adulto da sentido al género y, como cualquier young adult, tendrá amoríos, mucha amistad y en este caso un componente vital de aventura y fantasía. Un guilty pleasure en toda regla que ya hemos devorado y del que estamos deseando saber si finalmente existirán más temporadas.
Fotos | Destino: la saga Winx (Netflix)