Cuando pensaba que esto de las apps (iba a decir “de amor" pero ya si eso) digamos de ligoteo ya estaba manoseado (¡y tanto!), se produce un giro de guión, un vuelco en el corazón y una nueva aplicación: 3nder encuentra a tu trío ideal.
Vale la pena, antes de profundizar en el tema, acotar el concepto trío. Si eres bajista y lo que necesitas son dos personas: una que te toque percusión con pasión y otra con buena garganta, esta no es tu aplicación. Bueno, en un principio. Es decir, a priori, no es para tríos que quieran intercambiar recetas de thermomix o echar unos partidillos de basket. En principio. Que luego las cosas se lían... y te despiertas entre dos tías en una cama ajena a 367 kilómetros de tu casa con el dinopijama puesto. Estas cosas son algo que ya sabemos todos que pueden pasar.
Tinder es para buscar a tu media naranja pero lo de 3nder es más de racimo de uvas.
Este sistema de poliamor propone un nuevo enfoque. Dice ser la chispa que tu desesperante vida necesita, ese oasis de Coca Cola Zero fría en mitad del desierto, un trozo de pizza un sábado a las… un domingo muy temprano. LA GRAN AVENTURA. Una experiencia intensa e inabarcable con palabras. Una locura. Un no parar. Un rasca y gana seguro. Contado así, una ya no sabe si lo que le están proponiendo es apuntarse a Pekin Express o al mítico programa El Bus.
3nder tiene lo mejor de Tinder (por la facilidad de nextear o querer fuerte), algo de Twitter (por lo de hablar con desconocidos sin mostrar tu verdadera identidad y hacer creer a todos que eres guay) y bastante de Snapchat (puedes intercambiar fotos efímeras que se irán con tus calores de la hora de la siesta). En definitiva, 3nder tiene todo lo mejor de la vida moderna: cualquier cosa la puedes tener al alcance de tu mano desde tu sofá y con un solo click.
Pon tu asiento en posición vertical y respira con normalidad. Es bastante fácil. Lo de hacerte una cuenta en esta app, lo otro ya no lo sé. Te registras con tu perfil de Facebook (solo para verificar la edad -posiblemente falsa- que tengas puesta) pero al loro con la novedad: puedes ponerte nombre artístico. Inmediatamente también puedes decidir si ponerte sombrero, gafas de sol y periódico con dos agujeros a la altura de los ojos para pasar desapercibido mientras curioseas, revisas el género y tanteas el terreno. Otra gran mejora es el doble candado de de triple cierre que ofrece esta aplicación. En Tinder, si quiere puede entrar hasta tu madre en un descuido tuyo y liarla tanto que al final habla con la madre de la otra persona y se citan para probar tartas de boda, pero aquí no. Esto es serio. Poca broma. Deberás pasar un test de personalidad en un idioma que no sea el tuyo y con la mano izquierda si eres diestro. Aunque quizás con una clave de cuatro dígitos también te dejen entrar.
En esta app verás hombres, mujeres y todas sus posible combinaciones. Parejas que buscan a un tercero en discordia, terceros que buscan parejas o simplemente terceros que buscan otros terceros para sumar tres. ¿Qué puede salir mal? Solo necesitas saber sumar, deslizar los dedos (por la pantalla, de momento) y abrir tu mente. O lo tú que quieras. Eso ya como veas.
Todo son ventajas hasta que te das cuenta que 3nder también tiene lo peor de un catálogo de Venca. Para qué mentirnos.
En Trendencias | Ghosting: Hago ¡chas! y desaparezco de tu lado