Tener una relación larga y saludable no es algo sencillo. Ya te hemos contado que el secreto de este tipo de parejas no está en el amor, algo que afirma la ciencia, sino en seguir unos hábitos que refuercen el vínculo entre los miembros de la pareja, y sobre todo en la comunicación.
El sexo, o más bien la intimidad, es también parte importante en una relación. Son numerosos los estudios que afirman que el placer sexual tiene efectos en nuestra salud física. Por ejemplo, los orgasmos frecuentes están relacionados con un mejor funcionamiento del sistema inmunitario en los hombres, y en ellos también, se asocia la eyaculación frecuente con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Además, se ha descubierto que la actividad sexual frecuente mejora la memoria en los adultos mayores, y si hablamos de felicidad, existe una estrecha relación con la frecuencia de las relaciones sexuales. Más sexo, implica más felicidad y en las relaciones de pareja, es clave para mantenernos conectados.
La psicóloga y sexóloga María Esclapez nos explicaba en su libro Inteligencia sexual que “la motivación que inicia la respuesta sexual no es otra que el deseo”. Cultivar nuestro deseo nos ayuda a tener mejor sexo, pero es cierto que en las relaciones largas y estables, este deseo puede fluctuar y encontrarnos con épocas en las que está de capa caída. Es algo normal, el deseo es como una planta que hay que cultivar a diario, tal y como afirma Esclapez.
Inteligencia sexual: Practica sexo inteligente. Desarrolla tu potencial sexual (Estilo de vida)
Aunque la pasión inicial baje revoluciones porque el cóctel de hormonas que vivimos en la fase de enamoramiento descienda (especialmente la dopamina y la oxitocina), no significa que el deseo tenga que desaparecer. De hecho, es muy importante mantener viva esa llama de intimidad y cultivar ese deseo en una relación larga para evitar que la falta de sexo se convierta en una razón para dejar la relación.
Es importante que seamos conscientes de que ese deseo no es algo estable y constante, pero es más fácil que ese deseo desaparezca si no se “alimenta”, tanto en hombres como en mujeres. La monotonía y la rutina que se experimenta en una larga relación, pueden provocar esa disminución en vuestra intimidad.
Una vez entendido esto, vamos a explicarte con ayuda de la psicología, cómo gestionar el deseo sexual en las relaciones largas, para que siempre siga activo y os ayude a manteneros unidos como pareja, porque la intimidad es una herramienta de conexión perfecta.
Cómo gestionar el deseo en una relación
El deseo es importante porque está íntimamente relacionado con el placer: a mayor deseo, mayor placer. La satisfacción sexual tiene además efecto en nuestra sensación general de bienestar como hemos visto antes, así que cuidar ese deseo en pareja, es algo a trabajar.
Tal y como explica la psicóloga Cristina Callao, “el deseo no empieza en la cama, se cultiva fuera de ella”. Y es que para mantener el deseo sexual en una relación es muy importante trabajar no solo la conexión física con tu pareja, también la emocional.
Comunícate con tu pareja
Lo primero que tenemos que hacer para gestionar el deseo en las relaciones largas y tal y como explica Callao es comunicarnos. Y advierte de algo: tan importante es comunicarse como escuchar. Como pareja deberíamos poder hablar de manera sincera y honesta de nuestros deseos, nuestras necesidades y nuestras expectativas en todos los ámbitos de la relación, no solo a nivel sexual. Piensa que cada persona es diferente y podemos no estar en el mismo punto. Es importante hablar para encontrar ese equilibrio que nos funcione como pareja.
Pasad tiempo de calidad en pareja
Una vez establecida una correcta comunicación en pareja, es importante que pasemos tiempo de calidad juntos. Tener una cita, hacer un viaje o ver una película. Una muy buena opción es el método 2-2-2 del que ya te hablamos aquí.
Haz presente el sexo en tu vida
Para alimentar ese deseo podemos hacer muchas cosas, desde leer una novela erótica a hablar de sexo con nuestra parja y contarle por ejemplo, una fantasía sexual. Lo que vamos a intentar es que el sexo esté presente en nuestra cabeza. Tal y como explica Esclapez en su libro “tienes que hacer que el deseo sexual y la sexualidad sean una parte más de tu vida. Igual que comes, bebes o duermes”. Lo que busca la psicóloga es que establezcamos conexiones neuronales usando ese deseo y lo convirtamos en algo habitual en nuestra vida.
No subestimes el sexo planificado
Cristina Callao nos habla del sexo planificado, que no es algo negativo si pensamos en los estilos de vida que llevamos, que apenas nos dejan tiempo para nuestras relaciones. Planificar una cita romántica que termine en sexo, puede ser tan excitante como un polvo inesperado en la cocina.
Prueba cosas nuevas en la cama
Con probar algo nuevo no nos referimos a que te leas el kamasutra y elijas lo más raro que veas, como la pinza birmana. Nos referimos por ejemplo, a que pruebes alguna postura sexual para salir de la rutina.
Y no hace falta que haya penetración de ningún tipo. Podemos probar con técnicas como el mapeo sexual para explorar diferentes zonas erógenas, porque el placer no necesita más que unas cuantas caricias para mostrar su cara.
Eso sí, si nos está costando mantener activa nuestra vida sexual, Callao recomienda centrarnos. Practicar el mindful sex es una excelente opción para dejar fuera el estrés o las preocupaciones del día a día y centrarnos en el placer.
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Fotos | Devon Divine, Alejandra Quiroz, Claudia Love, Khamkéo Vilaysing y Dainis Graveris en Unsplash
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