Un divorcio puede convertirse en un momento muy duro. De repente, esa persona con la que creías que pasarías la vida resulta no ser para siempre. Y eso es todo un golpe. Muchas son las parejas que terminan tirándose los trastos a la cabeza para decidir la custodia de niños o el reparto de bienes. Sin embargo, sabemos que después de la tempestad viene la calma. E incluso es posible volver a ser grandes amigos después de todo: estas ex-parejas lo han logrado.
Rocío (38) y Juan (38), 'somos la amistad más unida que existe'
Hay parejas que arrastran detrás una relación de amistad muy profunda e intensa. Esto, a veces, es más complicado de romper que el amor que existe entre dos personas. Algo que esta ex-pareja vivió en sus propias carnes y que Rocío nos cuenta en primera persona.
"Antes de ser pareja fuimos amigos durante mucho tiempo, por lo que la base estaba creada. Después de siete años de amistad pasamos juntos 12 años, que terminaron en ruptura amorosa. Por supuesto fue muy doloroso, especialmente para la parte dejada que fui yo. Pero también había un dolor común que era el de perder una amistad tan profunda como la nuestra. Algo que hablamos muy pronto, el día después de decidir divorciarnos.
Para conseguirlo fuimos muy poco ortodoxos. No nos dimos el tiempo de desconexión que recomienda todo el mundo, a nosotros no nos funcionó. Nos ayudamos mutuamente a superar lo que había ocurrido, fue como si disociáramos las personas que éramos como pareja a las que éramos como amigos. En el momento en el que los sentimientos amorosos desaparecieron por las dos partes fue mucho más fácil.
Han pasado cinco años de nuestro divorcio y yo ahora siento que somos la amistad más unida que existe, porque sumamos baches enormes superados juntos y el conocimiento que tiene de ti una persona que ha sido tu pareja. Ha habido momentos difíciles y muchísima incomprensión por parte de nuestro entorno. Pero esta es la mecánica que nosotros hemos encontrado que mejor se adaptaba para seguir teniendo a la otra persona en nuestras vidas de forma significativa. Porque eso era lo que queríamos."
Carmen (85) y Luis (91), 'fue mi mejor amigo y aunque no funcionó en el amor, le echo mucho de menos'
La historia de Carmen y Luis parece de una película romántica que nosotros sí veríamos. Ambos se conocieron cuando Carmen tenía 14 años. Se enamoraron y se casaron muy pronto, "recién cumplidos los 20 como se hacía en esa época" dice ella. Después se divorciaron, pero jamás salieron uno de la vida del otro. Hoy él no está para contarlo, pero ella habla del "amor de mi vida, sin ningún componente romántico."
"Luis y yo estuvimos juntos toda la vida. Nos casamos recién cumplidos los 20 como se hacía en esa época, pero para cuando yo cumplí 36 no podíamos soportarnos. Nos separamos, algo que hace 50 años no estaba demasiado bien visto. Pero la vida da mil vueltas y mi hermano mayor se casó con su hermana mayor. Vamos, que lo tenía hasta en la sopa y terminé aborreciéndolo. Al hacernos viejitos, como no tuvimos hijos, te va quedando menos gente en la vida. Así que yo le llamaba cuando necesitaba algo y él a mí también. Y poco a poco fuimos uniéndonos. Al fin y al cabo éramos familia.
Para cuando Luis nos dejó ya pasábamos juntos todas las Navidades, los domingos y las vacaciones. Jamás volvimos a enamorarnos, pero nos queríamos muchísimos. Fue el amor de mi vida, sin ningún componente romántico. Y aunque no funcionó en el amor, le echo mucho de menos."
Andrea (43) y Juan (49)
No hubo ningún problema grave entre ellos ni ningún desastre que desembocara en divorcio. Simplemente, la vida les fue separando y se distanciaron hasta que divorciarse fue solo un mero trámite. Sin embargo, la relación estrecha, personal y cercana no la perdieron jamás, aunque cada uno haya hecho vida a su manera. Sin dramas, de forma adulta y madura fue como esta ex-pareja se ha mantenido unida.
"Siempre hemos tenido buena relación incluso cuando decidimos divorciarnos. Lo nuestro se deterioró con el paso del tiempo y decidimos ser coherentes con la realidad. Ni teníamos hijos ni economía en común, así que sin estar enamorados no había nada que nos uniera. Alargamos la relación un año más para intentar rescatarla, pero no sirvió de nada. Terminé yéndome a trabajar a Valladolid y él a Bilbao y nunca más volvimos a vivir juntos.
No estábamos aún divorciados, y aunque nos visitábamos los fines de semana, simplemente nos distanciamos. No tuvimos que darnos explicaciones ni aclarar nada. Se dejó muy lentamente, la culpa la tuvo el día a día y la convivencia. Nada más. Al final el divorcio fue un mero trámite, en la práctica ya llevábamos mucho tiempo separados. A día de hoy seguimos quedando para hablar por teléfono, estamos al día de nuestras vidas y nos seguimos teniendo mucho cariño."
No todos los divorcios tienen que acabar en rechazo a la otra persona o en relaciones cordiales por el bien de los niños. A veces las personas consiguen encontrar la forma de perdonarse por el daño y mantener una relación de amistad. Gwyneth Paltrow y Chris Martin son el ejemplo perfecto: ambos se divorciaron pero siguen siendo amigos, pasando tiempo juntos y cuidando en pareja de sus hijos. Ella misma lo reconoció en una entrevista:
"Un divorcio no tiene que ser devastador ni el fin de una relación con alguien. Creo que Chris y yo estábamos destinados a estar juntos y tener a nuestros hijos. Pero nuestra relación es mucho mejor así. Somos amigos, co-padres y familia."
Fotos | Crazy Stupid Love, It's Complicated, Celeste and Jesse forever, Gtres.
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