Tengo una amiga que terminó por desactivarse la cuenta de Instagram porque cada vez que veía a alguien en un restaurante, le entraba ansiedad. Le pasaba igual cuando veía fotos y vídeos de viajes de sus amigos, selfies en conciertos, y cualquier plan que para ella, estaba perdiéndose. Padecía FOMO.
El FOMO, según el Cambridge Dictionary, es un “sentimiento de preocupación por poder perderse eventos o acciones emocionantes que están haciendo otras personas, especialmente debido al uso de las redes sociales.” Las siglas se han puesto de moda y son un acrónimo del inglés ‘fear of missing out' o lo que es lo mismo, miedo a perdernos algo.
Pues bien, existe una nueva tendencia en autocuidado es justo la contraoferta del FOMO. Se llama JOMO y es una preciosa forma de brindarnos amor y hacer tanto si estamos solas como si tenemos pareja.
Qué es JOMO
El concepto lo inventó el empresario estadounidense Anil Dash y definió JOMO como el acrónimo de 'joy of missing out', que si lo traducimos literalmente del inglés sería disfrutar de perdernos algo. No estoy loca, es el dejar de sentirnos culpables por no hacer nada y perrear como si no hubiera un mañana. Es una oda a quedarse en casa y olvidarse de planes. Es dormir desnuda en la cama hasta que el sol te acaricie los ojos. Es volver a la intimidad, a la nuestra, a la que solo nos pertenece a nosotras. Es autocuidado en su máxima expresión.
Cuando practicamos el JOMO lo hacemos apagando el móvil, disfrutando de las sábanas un ratito más, quitándonos el despertador y diciendo que no a otros planes que no sean quedarnos en casa a solas con nosotras mismas. Lo hacemos siendo asertivas por nosotras. Si no es autocuidado pasar tiempo en soledad con quien más nos conoce, no sé qué lo será.
Pensamos que por ocupar todo el tiempo libre que tenemos con planes vamos a ser más felices, pero el tiempo en soledad es un tiempo invertido en nosotros mismos y una estupenda forma de autocuidado. Como nos explica la psicóloga Mamen Jiménez, la soledad le sienta bien a nuestro cerebro: sirve para relajarnos, favorece la creatividad, nos hace más empáticos y nos ayuda a tomar perspectiva de nuestra vida.
Podemos hacer cosas, pero no en plan "voy a poner tres lavadoras y contestar siete emails de trabajo". Más bien piensa en darte un baño, ponerte una mascarilla en el pelo o pintar un mandala. Comer algo rico que te apetezca de verdad, echarte una siesta, leer un buen libro. Tocarte. Probar un juguete sexual nuevo, escuchar un disco y no mirar el reloj. Solo fluir y disfrutar de nosotras y de la soledad. A mí me parece un planazo tan top que este fin de semana ya he avisado a mis amigas de que me quedo en casa disfrutando de mí.
Fotos | Kinga Cichewicz, Jonathan Borba, Kinga Cichewicz en Unsplash
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