Renunciar a los privilegios de pertenecer a una familia real por amor suena a frase de cuento de hadas, pero, en Japón, la situación se ha vuelto real. La princesa Mako, de 25 años, ha decidido dejar su estatus dentro de la familia real tras casarse con su prometido, Kei Komuro, su novio desde hace cinco años. Mako es hija del príncipe Akishino y nieta del emperador Akihito. Su padre y su hermano serían los siguientes herederos al trono del crisantemo en el caso de que el actual heredero, Naruhito, continúe sin tener hijos varones. En cualquier caso, las posibilidades de Mako de acceder al trono serían prácticamente inexistentes independientemente de su renuncia por matrimonio.
Mako ha desempeñado hasta ahora funciones representativas en diferentes universidades y asociaciones deportivas. El novio, Kei Komuro, por su parte, trabaja como abogado y ha hecho también sus pinitos en el mundo de la publicidad, como protagonista de una campaña de turismo de la ciudad de Fujisawa. El anuncio del compromiso se ha hecho este fin de semana; ahora, se espera que se fije una fecha para la boda, con la aprobación de los emperadores y, tras esta, será cuando Mako quede apartada de sus funciones como miembro de la familia real.
No es esta la primera vez que un miembro de la familia real japonesa deja su cargo por amor. Sayako, la única hija del actual emperador, Akihito, lo hizo en 2005 tras su boda con Yoshiki Kuroda.
Imágenes | Gtresonline.
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