En España, es común ver en los parques a los abuelos cuidando de sus nietos por las tardes cualquier día entre semana. Esta imagen puede ser bonita y conmovedora, y es que muchos de estos abuelos disfrutan cuidando de sus nietos y están felices de ayudar a sus hijos en esta tarea. Pero, puede haber otros que no lo estén tanto.
Cayetana Campo dejó claro desde el principio que no quería ser una de esas abuelas y se lo comunicó a sus cuatro hijos cuando empezaron a tener parejas estables para evitar problemas futuros. "Fui clara sobre esto. Tengo cuatro hijos y si lo haces con uno, tienes que hacerlo con todos", según recoge esta entrevista de la BBC.
Para esta mujer de 71 años, que vive entre Benavente (en el norte de España) y Madrid, una cosa es ayudar a los hijos cuando surge un problema específico y otra es estar siempre cuidando a sus nietos. "Si un día no pueden y necesitan que recoja al niño en la escuela, está bien. Pero recoger al nieto por la mañana y quedarme con él todo el día hasta que los padres vuelvan del trabajo, no es correcto, porque yo tengo mi vida y ahora que me he jubilado tengo tiempo para hacer otras cosas", dice.
Aunque admite que a sus hijos les gustaría poder contar más con ella, no reaccionaron mal ante tal planteo. "Para mí, eso de dejar al hijo conmigo y que sus padres aprovechen la vida no es así. Para eso tienen hijos, ¿no? Para que puedan cuidarlos ellos", dice Cayetana.
Como Cayetana, muchos abuelos pueden estar pasando por la misma situación, y por ello, los expertos recomiendan dejar claro desde el principio cuál es la predisposición de cada uno y cuál es el rol familiar que ocuparán. "La comunicación abierta, el respeto mutuo y la honestidad”, son fundamentales en la familia, "es muy importante que los abuelos marquen límites claros y, además, aprendan a decir 'no', cuando no les venga bien cuidar de los niños. Por supuesto, se recomienda que estos límites sean consensuados y flexibles", nos explicaba la psicóloga Ana Morales en este artículo.
La culpabilidad
Pero no todos los abuelos tienen la fuerza de Cayetana, y es que establecer límites no siempre es fácil. Movidos por el sentimiento de culpa, muchos abuelos acaban inmersos en un torbellino recogidas del cole, actividades extraescolares, comidas, vacaciones, etc..., casi sin tiempo para nada más que cuidar a sus nietos.
Y es que, según explica el psicólogo Ángel Rull en la misma entrevista a la BBC, esta es la otra cara de los abuelos, y "se sienten culpables por no querer cuidar tanto de los nietos" y añade: "Ahí es donde hay que intentar cambiar, que sepan que lo que sienten es normal, pero que, socialmente no hablamos tanto de ello, porque estamos tradicionalmente obligados a pensar que cuidar de los nietos es una obligación".
El síndrome del abuelo explotado
En Europa, uno de cada cuatro abuelos cuida de los nietos y lo hace, en promedio, siete horas al día, porcentaje que aumenta en los periodos de vacaciones, según la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación (Share, por sus siglas en inglés).
Los abuelos hoy se han convertido en una verdadera ayuda para los padres debido a la dificultad de conciliar la vida profesional y familiar. La escasez de guarderías públicas, las largas jornadas laborales, la falta de recursos económicos de muchas familias y el aumento de la esperanza de vida, que se espera que en 2030 se sitúe entre los 83 años en hombres y los 86 años en mujeres, según datos oficiales, han contribuido aún más a valorar la ayuda de los abuelos en el cuidado de los nietos.
"El síndrome del abuelo explotado es esa obligación moral, esa presión que los abuelos sienten para cuidar de los nietos, que puede ser impuesta directamente por los hijos o porque ven que los hijos realmente necesitan ayuda, porque están en una situación de precariedad en el trabajo o en una situación de conciliación imposible con los empleos que ocupan", explica José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) a la BBC. Mientras que, el psicólogo Ángel Rull, por su parte, destaca en el mismo artículo que en la actualidad, al menos, somos conscientes del "problema".
Sin embargo, también cabe mencionar los beneficios que los nietos tienen en los abuelos ya que, según la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), cuidar de ellos "les ayuda salir de la rutina y disfrutar nuevas experiencias enriquecedoras; surgen nuevos sentimientos; y aprenden cosas nuevas con sus nietos, como el uso de nuevas tecnologías, por ejemplo". Además, "se vuelven a sentir útiles para la familia, aumenta la autoestima y suelen tener menos depresiones, y cuentan a sus nietos historias de sus antepasados y ayudan a reforzar los vínculos familiares".
Suecia y su sentencia pionera
Un claro ejemplo de ello es la reciente ley que fue aprobada el pasado mes de diciembre en Suecia y que se ha hecho efectiva a partir de julio, en la cual los abuelos pueden tener un beneficio por cuidar de sus hijos. Tal cual lo lees, parece ser que con esta nueva medida los padres y madres pueden transferir los beneficios de los subsidios parentales que cobran, hasta un total de 45 días a abuelos o tíos por el cuidado de sus nietos o sobrinos, según la Agencia de la Seguridad Social del gobierno sueco.
Una ley que, sin duda, ha tenido muchísima repercusión mediática por todo lo que ella implica y representa, marcando un referente, y consolidando al país como pionero en políticas sociales.
¿Será esta medida la que marque la tendencia en el resto de países no solo europeos sino a nivel mundial de ahora en adelante? Solo el tiempo tiene la respuesta.
Fotos | cottonbro studio Pixabay de Pexels
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