Caminar es una actividad que tiene muchos beneficios, y esto no es ningún secreto ya que hay muchos estudios que dicen que mantenerse activo ya sea, practicando ejercicio o dando caminatas a diario es muy recomendable para la salud, sobre todo para las personas mayores. Esto es así debido a que caminar es una actividad física que no requiere de alto impacto ni de un gran esfuerzo, se puede realizar a cualquier edad, permite hacerlo al aire libre y, además, en compañía.
Beneficios de caminar
Entre todos los beneficios que aportan las caminatas a nuestra salud, podemos destacar:
- Fortalecen los músculos de la respiración, tiende a reducir la resistencia del aire y facilita la entrada y
salida rápida de aire de los pulmones. - Mejoran la fuerza y eficiencia de los impulsos del corazón, lo que permite el envío de mayor cantidad de
sangre en cada palpitación. - Mejoran la capacidad para transportar oxígeno a los pulmones, estos al corazón y de ahí a todas las
partes del cuerpo. - Tonifican los músculos de todo el cuerpo, mejoran la circulación general y reducen el trabajo impuesto al corazón.
- Provocan un aumento de la cantidad total de sangre que circula en todo el cuerpo.
- Aumentan el número de glóbulos rojos y hemoglobina que son los transportadores del oxígeno en un 98%.
Caminar mejora el dolor lumbar
Pues bien, ahora otro estudio, además, añade que caminar puede ser una intervención eficaz y accesible para prevenir el dolor lumbar, tan común en adultos mayores. Para ello, se llevó a cabo un ensayo clínico con 701 personas recuperadas recientemente de episodios de dolor lumbar a los que se les realizó un programa de caminatas especializadas y seis sesiones educativas con grupos de control, realizando un seguimiento de uno a tres años. El estudio, llevado a cabo por el Grupo de Investigación sobre el Dolor Espinal de la Universidad Macquarie en Australia, observó que el grupo que siguió un programa de caminata tuvo menos episodios de dolor limitante y un intervalo medio más prolongado antes de la aparición de un nuevo dolor, con una media de 208 días, frente a los 112 días de aquellas personas que no practicaron la caminata.
"Caminar es un ejercicio sencillo, accesible y de bajo costo que la mayoría de las personas puede realizar, sin importar su ubicación, edad o nivel socioeconómico", explica el profesor Mark Hancock, autor principal y experto en fisioterapia. "Los movimientos suaves y la carga moderada de la columna fortalecen las estructuras y músculos, alivian el estrés y liberan endorfinas, lo que contribuye a prevenir el dolor de espalda".
Pero es que además, otro dato relevante que halló esta investigación es que con practicar la actividad de caminar no solo mejoró la calidad de vida de sus participantes sino también que el tiempo de atención sanitaria se redujera así como los espacios de baja laboral de sus participantes.
Foto | Mikhail Nilov Daniel Reche Pexels
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