Después de los 50 años, y especialmente durante la menopausia, es más difícil perder grasa abdominal. Sin embargo, esto no significa que sea imposible.
En las mujeres, la menopausia puede causar varios síntomas: sofocos, sequedad vaginal, pérdida de líbido o aumento de peso, especialmente en la zona abdominal, entre otros... Precisamente, en este último, la grasa tienda a acumularse de forma más rápida y fácil que antes, y las malas noticias son que es más difícil de eliminar.
A esto se le une que, con los años, también vamos perdiendo porcentaje de masa muscular y el cuerpo cada vez va teniendo más dificultades para quemar las calorías y grasas acumuladas. Pero, calma porque, ¡hay solución! Son muchos los ejercicios y entrenamientos que podemos hacer focalizados en eliminar esa grasa tan complicada, siempre acompañados de una buena dieta con los alimentos e ingestas adecuadas.
¿Por qué se tiende a acumular grasa en el abdomen?
En los hombres, la testosterona favorece el desarrollo de la grasa profunda. De hecho, los tejidos adiposos son activados por esta hormona. En las mujeres, son los estrógenos los que activan las células grasas superficiales del abdomen, pero también de los muslos, senos y glúteos. La menopausia cambia todo y con los años, los niveles de estrógenos disminuyen, dejando lugar a la testosterona, por lo tanto, los adipocitos de la grasa visceral se desarrollan como ocurre en los hombres.
Un exceso de masa grasa puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertas complicaciones como diabetes, hipertensión arterial, colesterol, etc... y, a causa de la menopausia y las hormonas, una mujer tiene más riesgo de “aumentar de peso en general, con una localización abdominal tan común como en los hombres a partir de los 50 años”, indica el nutricionista Laurent Dufay en este artículo.
El hombre tiende a ganar más grasa en el abdomen, mientras que en las mujeres, el aumento de peso se localiza más en glúteos y muslos, pero, claro, también en el abdomen, donde la grasa profunda se desarrolla durante la menopausia. “Dos tipos de morfología agrupan los dos ‘carácteres sexuales’: una androide, donde el abdomen, el pecho y los brazos se desarrollan, y una ginecoide, donde se desarrollan los muslos, glúteos y caderas”, explica el experto.
¿Por qué es tan difícil perder grasa abdominal después de la menopausia?
La función de la grasa abdominal es la de actuar como reserva fisiológica y energética para el cuerpo. De hecho, es en esta zona donde el organismo obtiene los azúcares necesarios para su buen funcionamiento fuera de las comidas. Por lo tanto, no se debe eliminar por completo esta grasa visceral, aunque un exceso de grasa abdominal puede ser peligroso para la salud.
Para algunas personas, perder su exceso de grasa visceral es muy fácil. Para otras, a pesar de todos sus esfuerzos, es casi una misión imposible debido a diversos factores como: la genética, el metabolismo y el entorno.
¿Cómo perder grasa abdominal después de los 50 años? Los seis consejos de un nutricionista
Como decíamos, que no cunda el pánico porque, según el experto, es completamente posible perder esta grasa abdominal superficial, incluso después de los 50 años.
Para ayudarte puedes recurrir a un dietista o nutricionista pero sobre todo, debes tener en cuenta las siguientes pautas que comparte el experto:
- Prioriza alimentos no procesados e incluye verduras en cada comida.
- Evita alimentos industriales y procesados.
- Escucha las señales de tu cuerpo para identificar las sensaciones de hambre y saciedad.
- Mantente a distancia de las restricciones alimentarias.
- Hidrata tu cuerpo lo más frecuentemente posible (toma alrededor de 1,5 litros de agua al día).
- Practica actividad física regular. Se recomiendan unos 30 minutos al día.
La dieta basada en la alimentación griega o mediterránea suele ser la más recomendada por los profesionales de la nutrición porque es rica, especialmente, en fibra, antioxidantes, Omega 3 y polifenoles. “Todo esto favorece la longevidad”, dice Dufay. Y, en cuanto a la actividad física, hay que optar por prácticas suaves y regulares como la gimnasia, caminar, yoga, natación o ciclismo, ya que “te ayudarán a activar el metabolismo para restablecer el equilibrio calórico entre la ingesta y el gasto”, concluye el nutricionista.
Fotos | Andres Ayrton cottonbro studio MART PRODUCTION en Pexels
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