Mantenerse activo es lo mejor que puedes hacer por tu salud, y cuantos más años cumples mejor. Y esto no lo digo yo, esto es una premisa que tanto la OMS como las autoridades sanitarias llevan por bandera y que tratan de inculcar a la población día tras día.
En lo que a la salud del corazón respecta, el ejercicio es más importante de lo que pensamos ya que existen múltiples estudios que dicen que practicar actividad física puede llegar a prevenir y mejorar las enfermedades cardiovasculares.
Son muchas las razones y los desencadenantes que entran en juego a la hora de padecer una enfermedad relacionada con el corazón, pero sin duda, el sedentarismo es uno de los factores de riesgo más importantes.
Practicar ejercicio, además de ejercitar nuestro corazón, también conlleva otros muchos beneficios para la salud, según la Fundación Española del Corazón, "reduce la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, la dislipemia aterogénica y otros componentes de la enfermedad metabólica, ayuda a equilibrar la dieta y a controlar los impulsos por fumar. Disminuye también la necesidad miocárdica de oxígeno, la trombogenicidad, la disfunción endotelial, la inflamación y el estrés oxidativo, todos ellos relacionados de una u otra manera con la progresión de la enfermedad coronaria (la obstrucción de las arterias que llevan sangre al corazón)”.
Asimismo, "reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares, la aparición de hipertensión, de cánceres en lugares específicos y de diabetes de tipo 2, y las caídas, y mejora la salud mental, la salud cognitiva, el sueño y las medidas de grasa corporal", añaden desde la OMS.
Ejercicios de intensidad leve o moderada
Pues bien, seguramente te estés preguntando qué tipo de ejercicio está recomendado practicar para proteger al corazón, y esto dependerá de tu estado físico, y siempre bajo la supervisión de un experto o de tu médico para poder adaptarlo a tus capacidades.
Realizar ejercicio leve o moderado será perfecto para los principiantes o para aquellas personas que tengan algunas limitaciones para practicar deporte de mayor intensidad, personas mayores de 65 años... Con este, harás trabajar a tu corazón y aumentará la frecuencia cardiaca pero sin llegar a trabajar de forma exhausta.
Algunos ejemplos de este tipo de ejercicio son las caminatas rápidas o sin carga de peso, los ejercicios aeróbicos acuáticos como aquagym, ciclismo a un ritmo moderado y correr a un trote lento, subir y bajar escaleras...
Ejercicios de alta intensidad o actividad física vigorosa
Los ejercicios de alta intensidad o vigorosos son aquellos en los que notarás una mayor intensidad en tu frecuencia cardiaca y esa sensación de que falta el aire. Requieren de una mayor capacidad aeróbica y, por tanto, se recomiendan solo para aquellas personas que tengan el consentimiento de su médico o experto en salud para poder realizarlos. Algunos ejemplos pueden ser: practicar tenis, baloncesto, correr, nadar, realizar rutinas de ejercicios más intensos de hit...
Según la OMS, lo más recomendable es practicar actividad física moderada unos 150 minutos a la semana mínimo y unos 75 minutos de actividad física, si es intensa. Y, según cifras que comparte la misma organización esto tiene que comenzar a tomarse cada vez más en serio ya que, en sus últimos estudios dicen que casi 1.800 millones de adultos (el 31%) no practican actividad física. “El nivel de inactividad se ha incrementado cinco puntos porcentuales desde 2010 y, de mantenerse esta tendencia, la proporción de adultos que no alcanzarán los niveles recomendados de actividad física será del 35% en 2030”.
Pero, además de practicar ejercicio aeróbico, el anaeróbico también es muy importante, ya que la ganancia de masa muscular a partir de los 50 se hace imprescindible por muchas razones, la principal es que según van pasando los años a partir de los 40 nuestro cuerpo va perdiendo un 8% de músculo por década, de ahí que realizar ejercicios con pesas sea tan importante para cuidar nuestro equilibrio, prevenir el riesgo de caídas, prevenir la osteoporosis, ser más fuertes y poder realizar con mayor ligereza las actividades diarias, agacharnos, sentarnos...
Foto | Karolina Kaboompics Enric Cruz López Kindel Media de Pexels
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