Un infarto puede surgir en cualquier momento de la vida y no tiene por qué tener una sintomatología previa y es que, “un infarto suele surgir de la nada. Muchos de los que sufren infartos están aparentemente sanos y asintomáticos, pero tienen depósitos de grasa en las arterias coronarias, lo que se conoce como aterosclerosis”, explica Göran Bergström, profesor de Fisiología Clínica en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, médico del Hospital Universitario Sahlgrenska e investigador principal de SCAPIS y autor de uno de los últimos estudios más reveladores que dice poder indicar mediante un test cuándo podemos sufrir un infarto.
En España, 13.643 personas sufrieron un infarto agudo de miocardio, según datos de 2022, y aunque, como decíamos, una persona puede estar aparentemente sana, pero tener esos detonantes que no se ven y que son determinantes para que se de un episodio de estas características.
Pues bien, este investigador explica en su estudio que esta prueba "permite identificar a casi dos tercios de las personas de entre 50 y 64 años que padecen aterosclerosis coronaria significativa y, por tanto, tienen un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular". Y la investigación se llevó a cabo a partir de más de 30.000 hombres y mujeres de entre 50 y 64 años elegidos al azar entre la población de los cuáles se obtuvo información que pudiera utilizarse para mejorar las estrategias en la prevención de las enfermedades del corazón.
En qué consiste la prueba: 14 preguntas en cinco minutos
Se trata de un cuestionario casero que permite en tan solo cinco minutos identificar el riesgo elevado de sufrir un infarto y con el que, además, esta investigación habría mostrado que dicho test tiene el mismo nivel de precisión que los análisis de sangre y las mediciones de la tensión arterial.
La prueba consta de 14 preguntas que se responden en cinco u ocho minutos como máximo y que buscan información como la edad, el sexo, el peso, el perímetro de cintura, la hipertensión, el tabaquismo, la hiperlipidemia, la diabetes y los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares. Una vez respondidas todas, gracias a un algoritmo, dicha prueba podría detectar hasta al 65% de los individuos con mayor riesgo a padecer una enfermedad cardiovascular.
Pero, ¿cuál sería la finalidad de dicho estudio? Según explica su autor la idea sería utilizarla en el ámbito ambulatorio para poder identificar en consulta a aquellas personas con alto riesgo de infarto que actualmente no reciben el tratamiento adecuado. “La herramienta de autoinforme podría servir como un paso inicial hacia un programa de detección rentable para identificar individuos de alto riesgo o usarse para identificar individuos que se beneficiarían con un mayor refinamiento del riesgo mediante imágenes cardíacas", concluye en su estudio.
Fotos | MART PRODUCTION Towfiqu barbhuiya de Pexels
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