Anabel Palomares
EditorNo existen los milagros. Al menos no en lo que a desarrollo personal, crecimiento, bienestar y felicidad se refiere. No es posible que una sola cosa te cambie la vida, pero sí puede haber algo que te haga afrontar un cambio y que ese cambio te conduzca al camino correcto. Sin embargo, la viralidad de las redes nos puede hacer creer en ocasiones que una sola frase puede cambiarnos la vida. Una de las más potentes en los últimos años es de Mel Robins: déjalos.
La teoría del “déjalo”
Mel Robbins es la presentadora de uno de los podcast más populares del mundo en el que cada episodio explora la motivación y las tácticas que necesitas para ayudarte a crear una vida mejor, pero con consejos respaldados por investigaciones. Como autora de numerosos libros que se han convertido en bestseller del New York Times y una de las oradoras motivacionales más conocidas, podríamos decir que es una especie de gurú de la autoayuda. Suya es la “teoría del déjalo”.
La teoría del déjalo que aparece en su libro ‘The Let Them Theory’ nacía, como le explicaba al New York Times, en la noche del baile de graduación de su hijo Oakley. La preocupación le hizo intentar gestionar todo, tratando de controlar pequeños detalles como asegurarse de que su hijo le regala un ramillete a su pareja, o que hubiera reservado un sitio para cenar. Su hija Kendall, cansada de oírla, estalló: “Mamá, si Oakley y sus amigos quieren ir a un bar de tacos antes del baile, deja que vayan”, explica al detalle Robbins en el libro. Esa especie de mantra de aceptación, ese déjalos, es un recordatorio de que hay cosas que están bajo nuestro control pero otras no. Robbins empezó a repetirlo cada vez que se sentía estresada por los pensamientos o acciones de otras personas. Así, en mayo de 2023, hizo un vídeo explicándolo en redes sociales y pronto se viralizó como el mantra a seguir para ser más feliz.
Su éxito fue tal que hubo gente que se tatuó la frase original en inglés “Let Them”. El libro de Robbins vino después y hasta Oprah habló sobre ello en su podcast asegurando que “este libro cambia las reglas del juego. Cambia la vida”. ¿Es posible que un mantra te cambie la vida? Algunos piensan que el concepto es demasiado obvio como para que se haya escrito un libro sobre él, y recordemos que Robbins es ex abogada y eso que ahora llaman coach que hace más de una década saltó a la fama con su “regla de los cinco segundos”. No es profesional de la salud, y ella es plenamente consciente. Es más, en su entrevista al New York Times afirma que es un “truco barato”, pero que “funciona”.
Según Robbins, si dejas de intentar controlar las opiniones, acciones y estados de ánimo de los demás, tu bienestar y tus relaciones mejorarán. “No te estreses por lo que no puedes controlar; céntrate en lo que sí puedes”, asegura en el libro. Cuando intentamos controlarlo todo, el desgaste emocional es abrumador. Aceptar que hay cosas que escapan a nuestro control sin caer en el victimismo, es una manera de reducir estrés y ansiedad a nuestras vidas.
El concepto no es de Robbins. Lleva siglos entre nosotros. Por ejemplo, el Epicteto, el famosos filósofo, decía que “La felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de este principio: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no”. No todo podemos controlarlo, y los pensamientos y las acciones de los demás es una de esas cosas, y es lo que nos recuerda la “teoría del déjalo”. Podemos explicar nuestro punto de vista pero cada persona tomará sus propias decisiones, por muy frustrante que eso nos pueda resultar a veces.
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Lo que hace la teoría del “déjalo” es luchar contra la necesidad de control. Según psicología Monzo, la necesidad de control es “un intento de prevenir los sucesos imprevisibles, la variabilidad del comportamiento de otras personas y las situaciones en general”, y puede provocar ansiedad, dificultades en las relaciones y agotamiento mental y emocional entre otros efectos.
No es oro todo lo que reluce... pero casi
Robbins explica en su libro que el “déjalos” sólo funciona si va seguido del “déjame”. Es decir, no es que no hagamos nada nosotros, sino que aceptamos que no podemos controlar las acciones de los demás y que somos totalmente responsables de las nuestras. Te pongo un ejemplo. No soy responsable de que una persona me haga ghosting, pero sí soy responsable de ir a arrancarle el césped de su casa para vengarme. No soy responsable de que alguien me cierre el paso en una rotonda, pero sí de gritarle por la ventanilla que es un inútil.
En su podcast explicó que la teoría no se aplicaría si alguien quiere hacer algo peligroso, o si ves que alguien está siendo discriminado o atacado. Es decir, no se trata de hacer oídos sordos a lo que pasa a nuestro alrededor, sino de usar la lógica y ser responsable. En este caso debes hablar y siempre debes defenderte a ti mismo y a lo que necesitas. Y una cosa más, si alguien viola continuamente tus límites, no debes “dejarle” que lo haga.
Entonces, ¿el mantra “déjalo” es milagroso y tiene el poder de cambiarnos la vida? Pues si no viene de un trabajo de un trabajo para aprender a tolerar la incertidumbre y la frustración, de poco servirá, aunque los expertos coinciden en que dejar de intentar controlar las conductas y acciones de los demás puede ser enormemente beneficioso para nosotros y para quien nos rodea. La psicóloga Marta del Río Casanova asegura que “dejar de intentar controlar lo incontrolable reduce drásticamente la ansiedad y el estrés, dos factores que impactan directamente la salud mental y física”. Además, cuando se libera ese “espacio mental”, dejamos más sitio para otras cosas.
Evidentemente no es milagrosa, pero sí efectiva a pesar de su sencillez si tenemos la paciencia suficiente para que se convierta en un hábito al principio te costará y las emociones que sientes no se irán en un pestañeo y por arte de magia al decir la frase, pero decir “déjalo” frena tu reacción, te permite parar y te recuerda que tus propias acciones son todo lo que puedes controlar. En ese momento en que no sentimos la necesidad de corregir, salvar o cambiar a los demás, aceptamos como son con mayor facilidad.
La mentalidad de “déjalos” simplifica las cosas de una manera que resulta accesible, y puede ser el recordatorio perfecto para dejar que quien nos rodea tome sus propias decisiones. Nos recuerda que podemos dar un paso atrás y dejar que cada persona sea quien es, sin cargar con cosas que no nos corresponden. La frase no es un milagro, pero nada en la vida lo es. Requiere trabajo, esfuerzo y tiempo, pero es un buen primer paso para enfocarnos en el camino correcto.
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Fotos | Aziz Acharki en Unsplash, Ankush Minda en Unsplash
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