No había tenido la posibilidad de probar un wearable que fuera más allá de la típica pulsera de actividad que se vende por 30 euros y que te marca los pasos y la hora. Por eso la idea de probar durante un tiempo el nuevo Samsung Galaxy Watch e incluirlo como uno de mis complementos tecnológicos imprescindibles (o no) me llamaba tanto la atención. Cuando vives en el mundo 2.0 cualquier novedad tech parece querer salvarte la vida y en este caso, el mundo de los relojes inteligentes parece querer salvar la vida de los ajetreados, los deportistas y los que buscar el estilo. ¿Habrá pasado la prueba la nueva generación de relojes inteligentes de Samsung?
El estilo de un reloj
Sin duda una de las cosas que más me ha gustado del wearable de Samsung, es que no es un armatoste, ni tiene un diseño extraño en la muñeca. Es un reloj. Con el diseño de un reloj pero con las funcionalidades de un smartwatch. No pierde estilo, y gracias a las correas tan diferentes que ofrece la marca, podemos completar cualquier outfit sin prescindir del reloj. Por ejemplo, las que tienen con forma de lazo parecen ideales para una boda, por ejemplo, dándole un plus de estilo al look.
Pero no es solo por las correas intercambiables. El estilo se lo da la esfera de 42 milímetros en tono rose gold, con acabados mates y en color negro y una corona que permite interactuar con el reloj pero que no deja de ser parte de un diseño minimalista. La posibilidad de escoger diferentes acabados de esfera en la pantalla también aportan muchas variabilidad. Puedes tener un acabado clásico cuando vas a una reunión de trabajo, y uno más informal cuando sales a una cena con tus amigas. Ha sido como llevar un reloj diferente según la ocasión, pero sin moverlo de mi muñeca.
En comparación con otros smartwatch, como el de Apple, por ejemplo, el estilo más clásico de reloj ha sido un acierto, aunque es cierto que los Apple Watch están más compactados y pesan menos, el reloj inteligente de Samsung no es incómodo si te gustan, como a mí, los relojes que no sean mini.
El deporte y la salud en la muñeca
Si algo me ha gustado en cuanto a las funcionalidades ha sido las relacionadas con el deporte y la salud. El Samsung Galaxy Watch mide ritmo cardíaco, niveles de estrés, podómetro y barómetro para medir pasos y pisos subidos por ejemplo, y entrenamientos, que incluyen natación, running, ejercicios aeróbicos o paseos.
Si detecta que llevas mucho tiempo en la misma posición, trabajando sentada frente a un ordenador como es mi caso, te avisa de que es hora de moverse, y planifica una serie de ejercicios contigo que incluyen levantarse y dar un pequeño paseo, realizar estiramientos o girar el torno para evitar posibles lesiones por pasar mucho tiempo en la misma postura.
En el caso del estrés, por ejemplo, te guía en una serie de ejercicios de respiración para disminuir las pulsaciones y ayudar a disminuir los niveles de estrés. Además tiene la opción de establecer objetivos personalizados en cualquier tipo de entrenamiento que te avisan (y felicitan) cuando has llegado al objetivo marcado, y aguanta el agua perfectamente. De hecho yo he hecho vida 100% pegada a él desde que lo saqué de la caja, incluyendo algunos largos en la piscina.
Samsung Health, el aliado para los deportistas
Cualquier registro deportivo puede consultarse a través del propio reloj, pero desde la app de móvil de Samsung Health puedes ver un historial más completo y más sencillo de consultar. Existe la posibilidad de registrar en el reloj el número de vasos tomados, las tazas de café o las calorías ingeridas, y el reloj se encarga de forma automática de registrar tu pulso o tu sueño.
En el caso del sueño sí he notado algún error debido a que el reloj debe estar más ajustado que un reloj no inteligente para poder realizar las mediciones correctamente. No consigue una efectividad del 100%, pero guiándose por tus pulsaciones sí es capaz de determinar tu sueño profundo o tus fases de sueño REM, aunque más de un día durante este mes, ha registrado que acababa de levantarme una hora después de haberme tomado el primer café del día.
Las aplicaciones, aún insuficientes
Algo a mejorar, desde el punto de vista de alguien que vive pegado a su móvil las 24 horas del día, es el número de aplicaciones y funcionalidades que soporta el Galaxy Watch. Absolutamente toda mi vida está en mi smartphone, un iPhone, y aunque no ha habido problemas en cuanto a la sincronización de ambos dispositivos (el smartwatch soporta iOS y Android), sí me han faltado aplicaciones que para mí son imprescindibles en mi día a día, como las de gestión de tareas.
Existe la posibilidad de crear desde el teléfono una serie de recordatorios que se te notificarán en el reloj, pero no existe ninguna app que sincronice de forma automática las aplicaciones que utilizo para gestionar los tiempos a diario, como Asana, Google Calendar o Trello.
También he echado en falta apps como Twitter o Instagram. En mi caso, por ejemplo, sí recibía notificaciones de Instagram pero no existe la aplicación como tal, por lo que tenía que tener el móvil a mano para poder interactuar. Otras aplicaciones como la de Spotify o Flipboard si existían (y venían de hecho preinstaladas), pero el desarrollo de aplicaciones compatibles con el smartwatch es aún un tanto floja. No consigue tener una independencia real del móvil, sino que podría decirse que es un complemento de tu vida 2.0.
Samsung Galaxy Watch: Las especificaciones técnicas que más nos interesan
Es cierto que la batería no tiene la potencia del Huawei Watch GT (420 mAh), un wearable con casi siete días de autonomía, pero los 270 mAh le aportan suficiente capacidad para que no tengas que preocuparte de recargarlo en tres días. En el caso de la pantalla, una Circular Super AMOLED, tiene un nivel de detalle muy aceptable, y es mucho más ligero que el Amazfit Stratos+ de Xiaomi, que pesa 60 gramos sin correa y el Samsung Galaxy Watch no llega a los 50 gramos en este modelo de 42mm.
En cuanto a sumergibilidad, aguanta 5 ATM, perfecto si tu deporte favorito es la natación o si simplemente no quiere preocuparte por si se moja o no. Si buscas algo con más profundidad, el Apple Watch aguanta hasta 50 ATM, aunque en el precio lo notarás, y mucho.
Como complemento: mejor que un fitbit
Si lo que necesitas es un smartwatch con una usabilidad sencilla que vaya más allá de una pulsera deportiva, el Samsung Galaxy Watch es una buena opción. Su precio desde los 299,95€ en Amazon es asequible para darte un capricho tech. Míralo como si invirtieras en un reloj de Michael Kors pero con un plus de conectividad e inteligencia. Gracias a su diseño, es ideal para combinar con cualquier look y en mi caso, se ha convertido en una parte imprescindible de mi vida. A pesar de llevar años sin usar un reloj (ni siquiera uno clásico), se ha convertido en mi complemento ideal en apenas tres semanas de uso.
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