La fiebre por los móviles de doble pantalla no ha hecho más que empezar. Y es que si antes tendíamos a las versiones más pequeñas, ahora las pantallas son cada vez más grande. Casi se han convertido en tablets para dar cabida a todas nuestras necesidades. Pero en vez de seguir aumentando pulgadas, algunas marcas han apostado por crear pantallas dobles que se despliegan. Ese es el caso del LG G8X ThinQ Dual Screen, que suma una pantalla más.
LG sigue tratando de afianzar su presencia y poder en el sector de móviles de doble pantalla, cambiando esa pantalla plegable de gama alta por una más económica. Porque no lo ha hecho con un móvil revolucionario, sino con una combinación de un smartphone y un accesorio, la segunda pantalla. Este combo fue presentado en la feria tecnológica IFA 2019.
Un acabado muy elegante que solo se ofrece en negro
El LG G8X ThinQ mantiene el mismo look elegante y minimalista que el resto de smartphones de la firma. Un diseño de líneas limpias con bordes curvados que aprovecha al máximo el espacio de la pantalla OLED de 6,4 pulgadas, muy despejada y con el botón principal y el lector de huella integrado en ella. Los botones de bloqueo y volumen se encuentran en los laterales, perfectamente camuflados en esa tonalidad negra.
La parte trasera del móvil cuenta con dos cámaras y el flash, con un acabado negro shiny muy sofisticado y moderno. Este acabado brillante solo está disponible en color negro y viene con una gamuza para limpiarlo, ya que las marcas de las huellas dactilares se quedan fácilmente.
Este LG G8X ThinQ Dual Screen viene con un accesorio bajo el brazo, el que determina aquello de 'Dual Screen'. Porque su pantalla secundaria es en realidad dos diferentes, la frontal o 'tapa' de todo el conjunto y la interior. Ambas se conectan al móvil mediante USB, funcionando como una carcasa (que todos querríamos para nuestro móvil). Ésta si viene en plástico mate, más limpio y funcional.
La doble pantalla se encaja perfectamente en el smarphone con una bisagra que gira 180º, maximizando la comodidad a la hora de usarlo como un móvil clásico. Así, se puede desplegar para aumentar la capacidad de visión, de pantalla y de uso. O desdoblar por completo para abrirlo como un móvil normal y dejar la segunda pantalla como la trasera del móvil.
El multitasking, la mayor ventaja del LG G8X ThinQ Dual Screen
Cuanto más utilizo el smatphone LG G8X ThinQ Dual Screen y más me acostumbro a sus dos pantallas, más utilidad le encuentro. Al principio es complicado dar uso a ambas, gestionarse entre ellas y desdoblar las tareas. Pero una vez que te habitúas a tener dos pantallas resulta complicadísimo volver a una sola.
El multitasking nunca había sido tan fluido, ya que puedes tener dos cosas abiertas al mismo tiempo, trabajar con ventanas de Internet a un lado y notas al otro o abrir notificaciones sin necesidad de cerrar lo que estés haciendo. Netflix y Whatsapp al mismo tiempo, una maravilla. También se puede poner en formato pantalla extendida, convirtiendo todo en una sola pantalla más grande. Eso sí, esta implementación funciona con muy pocas apps, como Chome. Para todo lo demás es como tener dos móviles juntos.
La pantalla exterior, que funciona también de tapa del móvil, no es táctil. Se enciende al levantar o inclinar el móvil. Únicamente da información útil como la hora, el día, la cobertura o si tienes algún mensaje, email o Whastapp. Algo que resulta más cómodo para quienes valoran la intimidad y no quieren tener el smartphone encima de la mesa mostrando cada mensaje que entra.
La comodidad de que la doble pantalla sea un accesorio más
Hay que ser sinceros. Entre el tamaño que tiene todo el gadget junto (16'5x8'5cm.) y el peso total (332 gramos), lo cierto es que el LG G8X ThinQ Dual Screen pesa bastante. Por eso que se pueda desarmar y convertir de nuevo en un smartphone de una sola pantalla resulta comodísimo a la hora de llevarlo en bolsos pequeños o el bolsillo. Así tú mismo puedes escoger si quieres ir con todo el equipo o simplificarlo.
Lo que más me ha gustado de este móvil (y la única razón para escogerlo)
El LG G8X ThinQ Dual Screen tiene muchas ventajas, como su cámara de 32 megapíxeles que hace las mejores fotos que he visto en mucho tiempo. O sus seis horas de uso de pantalla encendida en funcionamiento sin agotarse la batería, lo cuál se traduce en un día completo de uso normal.
O que incluya un cargador wireless. O su precio de 899 euros, más económico que otros smartphones de tendencia. Sin embargo, para mí la gran diferencia que lo desmarca de otros móviles es su funcionamiento multitasking, como si tuvieras dos teléfonos distintos.
Lo que menos me ha gustado del LG G8X ThinQ Dual Screen
Dejando a un lado que es un móvil futurista y muy completo y por ponerme algo quisquillosa, diré que el tamaño y el peso del teléfono me han resultado algo aparatoso. Cabe destacar que la segunda pantalla se conecta al móvil con la misma entrada que el cargador, por lo que hay que desmontarlo cuando queremos cargar la batería. Además, es algo incómodo escribir con las dos manos y la Dual Screen colocada, porque imposibilita mucho la mano izquierda.
Mi conclusión es que el LG G8X ThinQ Dual Screen merece la pena si estás seguro de que vas a sacar provecho a la doble pantalla diferenciada. Ideal para aquellas personas que trabajan con dos teléfonos diferentes, pasan la vida con la tablet en una mano y el móvil en la otra o necesitan más espacio de pantalla que el que les otorga una sola.
Este producto fue facilitado para la prueba por LG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.