Empecemos diciendo una obviedad importante: la opción de dejar el trabajo no está disponible para todo el mundo. No todos pueden buscar un trabajo nuevo. Ni siquiera pueden planteárselo. Pero si existe una posibilidad de que este artículo haga click en tu cabeza y aunque no firmes el próximo lunes tu renuncia, al menos empieces a buscar un nuevo trabajo, estaremos felices. Puede que el trabajo que tengas ahora sea hora de dejarlo por salud mental. Y si respondes con un “sí” a la mayoría de estas preguntas, es el momento de cambiarlo.
¿Estás siempre cansada y te cuesta horrores empezar el día?
Si sientes un cansancio permanente y mantenido en el tiempo que no tiene una explicación aparentemente fisiológica como podría ser una falta de vitamina D que se detecta fácilmente con un análisis de sangre, podrías estar sufriendo burnout si se une con otros síntomas como pueden ser la desidia, tensión muscular, dolores de cabeza frecuentes o transtornos del sueño. Ese cansancio extremo mantenido en el tiempo, puede ser un indicador de que estamos ante un caso de agotamiento que está poniendo en riesgo tu salud mental.
¿Tienes cada vez más responsabilidades pero sin subidas salariales u otras ventajas que lo acompañen?
El tiempo en el que tenías que decir que sí absolutamente a todo en el trabajo por la promesa de un ascenso, una mejora de sueldo, un contrato o cualquier tipo de ventaja que tendrías en el futuro, ha terminado. Si algo nos ha enseñado la Generación Z con la renuncia silenciosa es que nuestra valía no debe medirse con la cantidad de trabajo que hacemos sin cobrarlo. No trabajamos gratis, ni tenemos por qué asumir más responsabilidades o tareas solo por la promesa de que algo bueno vendrá en un futuro. Si lo haces, tal vez es el momento de quererte un poquito más y buscar un trabajo en el que tu esfuerzo se valore con algo más que palabras bonitas.

Los días que no trabajas, ¿te los pasas pensando en que al día siguiente tienes que trabajar otra vez?
Durante muchos años me mantuve en un trabajo que me hacía tan infeliz que llegué a sufrir ergofobia. Libraba los miércoles y los domingos de manera habitual, pero se pasaba toda la tarde de mí día libre pensando en que al día siguiente tenía que volver a trabajar. Ese pensamiento me generaba ansiedad y me impedía disfrutar del presente y del tiempo libre. Ese estrés, la ansiedad y la infelicidad prolongados en el trabajo pueden tener consecuencias graves como aumentar el riesgo de problemas de salud como cardiopatías, insomnio, enfermedades autoinmunes, obesidad o diabetes, además de provocarnos agotamiento.
En el último año, ¿sientes que no has aprendido nada nuevo?
Según este estudio, el 86% de los encuestados cambiaría de trabajo si la nueva empresa les ofreciera más oportunidades de desarrollo profesional, y el aprendizaje es parte de ese desarrollo. El aprendizaje y crecimientos constantes son imprescindibles para no tener la sensación de que estamos estancados. Es importante que las empresas se preocupen por dar una formación continuada como estrategia para retener talento porque si no ascendemos pero tampoco aprendemos, no es extraño que nos sintamos como en el día de la marmota, especialmente en algunos trabajos con tareas más repetitivas.
En tu trabajo ¿tus valores se ven comprometidos?
Nos gusta pensar que somos personas auténticas, pero hay algo que una persona con autenticidad evitaría: comprometer sus valores en el trabajo. En este caso, como en cualquier otro, el contexto es importante y es evidente que no todas las personas pueden decidir decir que no a ciertas cosas porque se enfrenten a sus valores. Hay personas que no pueden decir que no porque son el único sustento de su familia o porque tienen que pagar el alquiler. Pero esta pregunta nos hace plantearnos si nuestro trabajo y nuestros valores y creencias van de la mano. Y en el caso de que no lo fueran, puede que sea el momento de buscar una empresa en la que no sintamos que nos estamos traicionando a nosotros mismos por ir a trabajar.

¿Crees que tu trabajo está teniendo un coste en el resto de vida?
Tal y como explicaba la experta Monique Valcour en Harvard Business Review, “el burnout puede afectar gravemente a tu salud, tu rendimiento, tus perspectivas profesionales, tu bienestar psicológico y tus relaciones”. Cuando tu trabajo tiene un coste demasiado elevado en todo aquello que no es tu trabajo, tal vez es el momento de plantearte dejarlo o buscar otra cosa. Si te cuesta la salud mental, si te cuesta mantener vínculos o relaciones, si te cuesta la salud física, si te cuesta el sueño… Piensa en todos los efectos negativos que puede tener tu trabajo en ti y si no estás segura de su impacto, pregunta a tu familia, tu pareja, tus amigos qué opinan al respecto.
¿Tienes una muy mala relación con tus jefes o compañeros de trabajo?
Si sufres bossing solo voy a decirte que si quieres conservar la cordura debes denunciar el acoso y si no hay cambios, largarte de allí. Tener una mala relación con las personas con las que vas a compartir siete u ocho horas al día, todos los días, puede ser agotador mentalmente y una fuente de frustración y cansancio. Si tienes una mala relación con tu entorno laboral, tal vez es el momento de pasar página.
Fotos | Severance (Apple TV+)
En Trendencias | 130 frases motivadoras que te ayudarán a conseguir lo que te propongas en la vida
En Trendencias | Las 18 señales que indican que hay atracción entre compañeros de trabajo
Entrar y enviar un comentario