Hay algo que hacen los multimillonarios y consigue simplificar ese momento del día en que abrimos el armario y nos preguntamos “¿qué me pongo?”. El primero que se me viene a la cabeza es el fundador de Facebook.
Mark Zuckerberg es uno de los hombres más ricos del mundo y sin embargo su armario no parece a priori decir “soy multimillonario”. En una publicación del 25 de octubre de 2016 nos enseñaba su armario. Estaba repleto de camisetas iguales y la misma sudadera repetida una y otra vez. No es broma, mira.
Y desde entonces no ha cambiado, siempre usa la misma ropa y no es el único. Steve Jobs siempre llevaba vaqueros y jersey de cuello alto y Obama solo lleva trajes grises y azules tal y como explicaba él mismo en una entrevista a Vanity Fair. El billonario John Paul DeJoria pasó de ser una persona sin hogar a construir empresas de dos mil millones de dólares y comenzó a vestirse completamente de negro para “reducir su factura de tintorería”. Lo curioso es saber por qué lo hacen.
Por qué los multimillonarios usan la misma ropa todos los días
Podríamos pensar que le gusta eso del lujo silencioso, pero en realidad lo que le gusta es ser productivo. Mark Zuckerberg lo explicaba en una sesión de preguntas y respuestas en 2014 : “Quiero aclarar mi vida para que tenga que tomar la menor cantidad de decisiones posible sobre cualquier cosa excepto cómo servir mejor a esta comunidad. ... Siento que no estoy haciendo mi trabajo si gasto parte de mi energía en cosas tontas o frívolas de mi vida”. Elegir outfit entra dentro de esas decisiones que prefiere no tomar.
El motivo no es otro que el ahorro energético a nivel mental. De esta forma evitan la llamada fatiga de decisión relacionada con el fenómeno llamado agotamiento del ego acuñado por el psicólogo social Roy F. Baumeister. Esta fatiga describe la forma en que las opciones se vuelven cada vez más difíciles a medida que avanza el día y la reserva finita de energía se agota, por lo que la productividad también se reduce a la vez.
La psicóloga Júlia Peris Giménez explica que aunque como seres humanos, tenemos el derecho, la capacidad y la oportunidad de elegir y tomar decisiones, ”la complicación llega cuando la inseguridad o el sobreanálisis se apoderan de nosotros y parece que quedemos incapacitados para movernos de esa encrucijada que nos abre la puerta a una gran diversidad de caminos”. Y eso requiere más energía de la que pensamos.
El psicólogo Barry Schwartz explica cómo la paradoja de elegir tiene desventajas y nos afecta psicológicamente, haciéndonos menos felices y mucho menos productivas. El explica que tener delante de nosotras un universo de posibilidades provoca que nuestro cerebro pierda mucha tiempo y recursos pensando en esas elecciones.
A lo largo del día tomamos entre 10.000 y 40.000 decisiones al día. Si eliminamos aquellas como elegir la ropa cada día como hacen estos multimillonarios, estaremos ahorrando mucho tiempo, reduciremos el estrés, la carga mental y ganaremos productividad.
Fotos | Succession (HBO)
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