Aunque Ganbaru no es en sí una filosofía, sí que es una manera de vivir que tiene años de historia. Ganbaru (頑張る) es un verbo en infinitivo que significa "esforzarse", "perseverar" o "no rendirse". Ganbatte (頑張って) es la forma imperativa del verbo ganbaru, y se utiliza para animar o dar ánimos a alguien. Aunque son diferentes, ambos se utilizan para expresar la idea de "hacer un esfuerzo" o "dar lo mejor de uno mismo". Y es lo que explica el carácter resiliente de los japoneses.
Héctor García, escritor e ingeniero afincado en Japón y autor del libro ‘Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz’, explica en este que la verdadera diferencia que existe en tre la resiliencia japonesa y la fragilidad aparente de la cultura occidental tiene mucho que con cómo se afrontan los problemas y o las crisis. En España deseamos “Mucha suerte”, lo que pone el foco fuera de la persona y en Japón usan la expresión “ganbatte kudasai”, que viene a significar esfuérzate mucho.
Para los japoneses, y tal y como explica Francesc Miralles en El País, “no hay un factor externo en la ecuación y, de hecho, para la mentalidad japonesa, si te has esforzado al máximo, es ya un éxito aunque el resultado que obtengas no sea óptimo. Esa actitud de máxima exigencia en lo que depende de uno mismo, aplicada de forma continuada, es lo que acaba obrando el milagro.”
La filosofía Ganbaru
Como decíamos, Ganbaru es una palabra japonesa que se traduce como "esforzarse", "perseverar", "no rendirse" o "dar lo mejor de uno mismo". El sentido de esta palabra ha trascendido a lo largo del tiempo llegando a considerarse una filosofía profundamente arraigada en la cultura japonesa que enfatiza la importancia del esfuerzo, la disciplina y la superación personal frente a las dificultades. Es decir, es la representación de la resiliencia en sí misma.
El Ganbaru está presente no solo a nivel individual, sino como parte de la cultura colectiva. Por ejemplo, después de que en 1995 se produjera un terremoto que causó 1.800 muertos en Kobe, el mensaje de apoyo fue “ganbarō Kobe”, cuya traducción sería algo así como que juntos y con esfuerzo saldremos adelante. Otro ejemplo es el del terremoto, tsunami y accidente nuclear de Fukushima, que generó un movimiento en Japón bajo el eslogan “ganbaru Nippon!”, que hacía un llamamiento para animar a todos los japoneses a hacerlo lo mejor posible y a unirse para ayudar a los afectados.
Como nos explican en The Japan Times, el uso más común de ganbaru es “soportar la adversidad sin ceder ante ella” y está muy relacionada con el término Gaman (我慢) que ellos traducen como “el sufrimiento en silencio”, la actitud que se espera de las personas la mayor parte del tiempo, sin importar lo difícil que sea su situación. Pero cuidado, porque puede ser un arma de doble filo como ocurre con el positivismo tóxico.
La periodista Colin Pa Jones, asegura que “para quienes se esfuerzan al máximo o ya están al límite de sus fuerzas, esto puede parecer una bofetada en la cara en lugar de un gesto de aliento. Tal vez por esa razón, ganbatte ocupa un lugar destacado en la lista de cosas que no se deben decir a alguien que sufre de utsu (鬱, depresión)”. Es decir, que podríamos llegar a frustrarnos si se usa de forma excesiva o sin un criterio realista.
Si queremos que nos ayude a llegar a nuestros objetivos tenemos que entender Ganbaru como un método que apuesta por la perseverancia, el trabajo duro, la disciplina, la superación personal, la responsabilidad y la resiliencia. Tiene que ser el motor que nos anime a no rendirnos y a seguir adelante. Igual que ocurre con el optimismo saludable, incorporarla a nuestra vida puede tener un gran efecto en nuestro bienestar porque pase lo que pase, si tenemos ganbaru en nuestra vida podemos sentirnos orgullosas porque nos hemos esforzado al máximo.
Fotos | Linh Nguyen en Unsplash, Clay Banks en Unsplash, Masaaki Komori en Unsplash
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